Casi un mes después de que la intervención de la Ertzaintza, acogiéndose a una orden dictada por la Audiencia Nacional, impidiese el homenaje anual al periodista, fundador y miembros del consejo de administración de ``Egin'' Xabier Galdeano -abatido el 30 de marzo de 1985 en Donibane Lohizune por las balas mercenarias del GAL-, un centenar de personas participaron ayer en Algorta en un acto en el que se exigió el respeto de los derechos civiles y políticos de la ciudadanía vasca. En el transcurso de la protesta se recordó a esta víctima de la guerra sucia y al exiliado Aitor Elorza, que fue encontrado sin vida el 16 de enero de 2006 en su domicilio de Baiona.

A pesar de la insistente lluvia, los reunidos en la Plaza Telletxe iniciaron la movilización explicando el contexto en que se convocaba, incidiendo en la persecución desatada por la Policía autonómica contra iniciativas habituales en Algorta, como la celebración de cumpleaños de represaliados, las concentraciones en favor de sus derechos básicos o el homenaje a Galdeano, una persona muy querida en el pueblo por su implicación en el impulso a San Nikolas Ikastola y en todo lo relacionado con la lucha por la liberación nacional y social de Euskal Herria.

Cinco personas se fueron acercando hasta un mapa del país en el que pegaron piezas con derechos básicos como el de libertad de expresión, de reunión, de pensamiento, de conciencia o de opinión. Simples pero conculcados, según puntualizaron, a pesar de nuevo tiempo que se ha abierto. Fue el momento en el que la conductora del acto comentó al extensas biografía del que fue periodista de ``Egin'' y la de Aitor Elorza.

En el caso del exiliado, que falleció a los 45 años, fue relatando cómo tuvo que huir de Algorta en la década de los 80, sus etapas en México e Ipar Euskal Herria y cómo fue víctima de la represión del Gobierno francés contra los refugiados políticos vascos. Tras más de la mitad de su vida dedicada a la causa vasca, Elorza cayó enfermo y falleció en 2006, dejando un importante hueco entre quienes le conocieron.

Al final de cada repaso vital a las figuras de Galdeano y Elorza retumbó un «gora». No faltó tampoco el aurresku de honor ante las fotografías de ambos homenajeados, la ofrenda floral y dos bertsos en los que se enlazó sus figuras con la demanda del respeto a los derechos civiles y políticos, especialmente en este tiempo ilusionante.

El acto, apoyado por diferentes colectivos de Algorta, finalizó con la actuación de los componentes de Gorrondatxe Abesbatza.