La conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo dejó en Hego Euskal Herria diferentes muestras de reconocimiento a quienes han perdido la vida a causa del trabajo. En estos cuatro meses de 2012, han fallecido 19 trabajadores en accidentes laborales y 8 más, por el amianto.

En Sopela (Bizkaia), el Ayuntamiento decidió plantar tres árboles en recuerdo de los tres vecinos que perdieron la vida el año pasado a causa del trabajo. Delante del Teatro Arriaga en Bilbo, los familiares y afectados por el amianto exigieron una «atención preventiva» necesaria y, a la vez, la puesta en marcha del fondo de compensación, «con una aportación de la Seguridad Social, de las mutuas y de los empresarios». Desde 2008 han fallecido 78 trabajadores por culpa del amianto, en lo que llevamos de año «son ya 8 los fallecidos por haber estado en contacto con el mineral cancerígeno», como denunció Patxi Kortazar, portavoz de Asviamie.

Aurresku de honor

El Ayuntamiento de Sopela rindió un homenaje a los tres trabajadores fallecidos y sus familiares en la plaza Jauregizar. Saioa Villanueva, alcaldesa de la localidad y representante de Bildu, y los ediles de PNV, PP y PSE participaron en un emotivo encuentro, además de representantes sindicales. Bailaron el aurresku de honor ante los familiares y en un jardín de las inmediaciones de la plaza se inauguró un monolito en honor de los tres trabajadores fallecidos. Fueron sus familiares quienes destaparon la ikurriña que cubría la placa y, alrededor, plantaron tres retoños de roble, castaño y avellano.

En un comunicado del propio Ayuntamiento de Sopela se indica que «las muertes por accidentes de trabajo y las enfermedades no son hechos fortuitos. Constatamos que tras 17 años de aprobación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, una de cada cuatro empresas sigue ajena a su obligaciones preventivas básica» y culpan de ello a «la precariedad, como muestran los datos al ser la principal causa, junto con los acelerados ritmos de trabajo, el alargamiento de la jornada, el abaratamiento del despido, la falta de responsabilidad de la patronal, la falta de rigor de las administraciones y la falta de conciencia social los que contribuyen a estas muertes». Pero, además, el Ayuntamiento de Sopela destaca que «se invierte dinero público en rescatar bancos y negocios financieros, y se recortan inversiones y recursos directamente relacionados con la salud y la seguridad en el trabajo». Por lo que pidieron al resto de instituciones públicas a «no permanecer impasibles».

Fondo de compensación

Patxi Kortazar, portavoz de Asviamie, denunció que desde 1941 que se reconoció la asbestosis como enfermedad profesional «a día de hoy, estamos a la puertas de los juzgados reclamando los derechos y en 1978 se reconoce el mesotelioma como enfermedad profesional, pero más de lo mismo».

Denunció que para obtener el reconocimiento de nuestra enfermedad «nos tenemos que tirar entre cuatro y siete años entre pasillos judiciales».

Explicó que hay 159 fallecidos por amianto en los últimos años, 76 de ellos desde 2008, y en lo que va de año son ocho fallecidos más. Kortazar explicó que cada mes se acercan siete nuevos casos de afectados a la asociación de afectados, y advirtió de que «hay cinco mujeres de trabajadores afectadas por el mineral cancerígeno, por lavar los buzos de sus maridos».

Por eso, llamó a poner en marcha en fondo de compensación del amianto, que esté conformado por inyecciones económicas «de la Seguridad Social, las empresas y las mutuas». Rechazó la posición de Osalan en torno al fondo porque dice que sea sólo responsabilidad de la Seguridad Social.