No es de las peores la resaca que afecta estos días a la familia Athletic. Pero las obligaciones inmediatas obligan a quitársela de encima. Con la suerte de que, en este caso, la propia competición ofrece el mejor antídoto.

Con solo cuatro partidos por delante y pese a que el calendario no le ofrece el más mínimo respiro, el equipo rojiblanco atraviesa una de sus mejores rachas -si hoy consigue la victoria, enlazaría tres por primera vez esta temporada-. Algo que ya le ha permitido, con la irregularidad campando por sus anchas en la categoría, regresar a posiciones europeas. Y lo que es mejor, no perder de vista la cuarta plaza, que hoy podría quedar a un solo punto. No cabe duda de que la competición ofrece una oportunidad inmejorable a los bilbainos -aunque no son los únicos que intentarán aprovecharlo, como ya hizo ayer el Levante-, con ese duelo directo entre Valencia y Málaga. También por lo que respecta a su compromiso. En principio. Porque la 18ª plaza del Zaragoza quiere decir que es uno de los equipos más asequibles del campeonato. Pero el hilo de vida que tiene el equipo maño puede convertirle también en el peor de los rivales.

Con el billete continental asegurado y la final de la Europa League a apenas diez días vista, más de uno optaría por darse un respiro. No parece el caso del Athletic, menos aún con Marcelo Bielsa en el banquillo y, definitivamente, de ninguna manera, cuando se puede pelear por un premio tan suculento con el que añadir la guinda a una temporada que ya es un éxito, y en el que ya se han invertido muchos esfuerzos. «Lo que perseguimos es el resultado de muchísimos días de trabajo, horas de trabajo, meses de trabajo -recordaba el técnico argentino-. De ninguna manera puede descuidarse ese tipo de posibilidad. Ha costado muchísimo y no hay ningún motivo para no proteger nuestras posibilidades».

Oxígeno

Descartadas, por tanto, ciertas lecturas si Bielsa se decanta hoy por un once poco habitual. Posibilidad muy a tener en cuenta, después de que el técnico reconociera ayer que «todavía no he definido el equipo. Voy a esperar para ver el estado físico de los jugadores porque estamos en una secuencia de dos días entre partido y partido. Jugar un partido, descansar dos días, jugar un partido y descansar dos días para volver a jugar, con partidos muy importantes, es una secuencia muy justa y todo eso obliga a ser muy cuidadoso».

Así que por mucho que «la sucesión de resultados positivos», de la que el Athletic sabe un rato, sea «uno de los factores que potencia anímicamente a cualquier ser humano», es posible que alguno de los leones con más trote tome un poco de aire. Uno lo tiene asegurado. Jon Aurtenetxe, sancionado, se perderá el choque. Es previsible que Óscar de Marcos ocupe su lugar, con lo que Ibai se mantendría en el once, aunque tampoco habría que descartar que Gaizka Toquero ocupara su plaza o incluso la de Fernando Llorente.

Mejores

Sea cual sea la elección de Bielsa, en el bando rival se observará con respeto. Manolo Jiménez, al menos, tiene claro que su equipo es «inferior en cuanto a calidad y propuesta ofensiva y defensiva», aunque también que los bilbainos «no son mejores en cuanto a ilusión y deuda con la afición». Con la motivación de la supervivencia, el Zaragoza intentará que «no se sientan cómodos». Desde el principio, aunque sin histerias. «No vamos a salir a ver qué pasa, iremos a por el partido. Con inteligencia y sabiendo que dura noventa minutos», explicó el míster andaluz.