El Gobierno de Sudán rechazó ayer la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU para resolver el conflicto armado con su vecino del sur, ya que prefiere la mediación de la Unión Africana (UA). Sudán del Sur, mientras, en un gesto para rebajar la tensión, anunció la retirada de sus tropas de la disputada región petrolera de Abyei.

El ministro sudanés de Exteriores, Ali Karti, explicó que su país «se opone a que el conflicto entre Jartum y Juba sea visto por el Consejo de Seguridad por el temor a que consideraciones y posturas políticas anteriores prevalezcan sobre los principios de una solución pacífica y justa».

El Gobierno de Juba, por su parte, informó de la retirada «inmediata» de sus fuerzas de seguridad de Abyei, que ambos Sudanes reclaman, fijando como única condición que «Naciones Unidas y la UA garanticen la seguridad de los ciudadanos (sursudaneses) en esta región».

Desde el estallido de la violencia en Abyei, cerca de 110.000 personas, según la ONU, han huido a Sudán del Sur. Jartum todavía controla este territorio, pese a la presencia de cerca de 4.000 soldados de paz de Etiopía desplegados por la ONU.

La ONU y la UA han pedido en repetidas ocasiones la retirada de Abyei de las fuerzas sudanesas y de los 700 soldados sursudaneses que todavía siguen allí.

El conflicto entre los dos Sudanes, sobre la demarcación de la frontera y la distribución de los ingresos petroleros, principalmente, ha degenerado desde finales de marzo en combates a una escala sin precedentes desde la proclamación de la independencia de Sudán del Sur en julio, que hacen temer que se reproduzca la guerra civil.

Además de los choques en Heglig, la fuerza aérea sudanesa ha llevado a cabo varios ataques mortales en Sudán del Sur.

Ante el incremento de la violencia, EEUU presentó el jueves al Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución que podría conducir a sanciones contra los dos Sudanes si la situación persiste. Sin embargo, Sudán rechazó ayer cualquier intento de obstaculizar la labor de la UA y llevar la crisis al Consejo de Seguridad, aunque el martes por la noche, la propia UA, ante el fracaso de su mediación, pidió al Consejo de Seguridad apoyar sus esfuerzos incluso con la aplicación de medidas coercitivas.

Al regresar de una visita a China, el principal comprador de petróleo sudanés, el presidente de sursudanés, Salva Kiir, señaló ayer que Beijing podría ayudar a resolver las disputas entre los dos países, y anunció que había obtenido de China un préstamo de 6.000 millones de euros.