Al menos veinte personas murieron y otras 50 resultaron heridas de gravedad en la ofensiva del lunes de la guardia presidencial del depuesto jefe de Estado Amadou Toumani Touré, contra la Junta Militar golpista, según indicaron fuentes sanitárias.

«Boinas Rojas» fieles a Touré, que fue depuesto por la Junta Militar el 22 de marzo, lanzaron una ofensiva en varios frentes en respuesta al intento de los militares golpistas de detener a su jefe, Abdine Guindo, que continúa en busca y captura.

Un miembro de la guardia republicana, Moussa Diallo, aseguró que Guindo se encontraba en un lugar seguro a pesar del revés sufrido.

Los «boinas rojas» asaltaron el edificio de la radio y la televisión pública, que lograron controlar durante unas horas, así como el aeropuerto y el cuartel de Katti, centro de operaciones de la Junta Militar, y situado a 15 kilómetros de Bamako.

Sin embargo, aunque los golpistas reconocieron que los guardias republicanos continuaron resistiendo en algunas zonas, aseguraron que controlaban totalmente la radio y la televisión, así como el aeropuerto.

Ambas zonas se encontraban ayer fuertemente protegidas y sus accesos cortados o controlados por militares.

Una fuente anónima de la junta aseguró que entre los asaltantes detenidos, cuyo número no precisó, se encontraban mercenarios de Burkina Faso, país fronterizo con Mali.

La Junta Militar, que se hizo con el poder el 22 de marzo, acordó el pasado 6 de abril con la Comunidad de Estados de África del Oeste (CEDEAO) restablecer el orden constitucional que había derogado, a cambio de una amnistía y del levantamiento de las sanciones impuestas.

En este contexto, el capitán Yesca Haya Sanogo, jefe de la junta, dijo ayer que «la tentativa del lunes fue una ofensiva contra nuestra persona» y que estaba «bajo control», añadiendo que «el acuerdo» adoptado con la CEDEAO el 6 de abril, continua adelante. «Ha sido un problema interno que ya está controlado y que no tiene que ver nada» con el acuerdo, declaró en una entrevista a la radiotelevisión nacional (ORTM).

El mismo día del acuerdo un grupo de independentistas tuareg, el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA), que se había levantado en armas el 17 de enero, proclamó la independencia del norte del país (Azawad), un territorio de 850.000 kilómetros cuadrados, acentuando más la inestabilidad que sufre el país.

La misión de las nuevas autoridades en el país, aún inestable políticamente e inseguro por los enfrentamientos tanto en el norte como, en este caso, en el centro del país, es reconducir la transición de Mali -lo que según la CEDEAO podría prolongarse incluso un año-, comenzada tras el nombramiento del presidente interino y un nuevo Gobierno de transición -con los ministerios clave de Defensa e Interior en manos de los militares-, y lograr la reunificación de territorio nacional.