Engaños y arrogancia en el corazón de los medios del imperio Murdoch
Un comité parlamentario británico ha acusado a la empresa News International, propiedad de Rupert Murdoch, de engañar al Parlamento británico con acciones «que buscaron encubrir» las escuchas ilegales en las que sus publicaciones basaban sus informaciones. El comité ha pedido una investigación sobre las relaciones de las empresas Murdoch con los políticos británicos, incluyendo el primer ministro David Cameron, que vuelve a ver dañada su credibilidad.
Soledad GALIANA |
Las conclusiones del informe publicado durante el día de ayer por el comité parlamentario británico sobre la cultura de transparencia y responsabilidad de la compañía Independent News no son buenas noticias para su propietario, el magnate mediático Rupert Murdoch, al que seis de los parlamentarios componentes de la comisión, los cinco laboristas y el liberal, han calificado como de «no apto para dirigir una compañía».
La conclusión final del informe, que ésta apoyada por todos los miembros de la comisión investigadora, incluyendo a los cuatro conservadores que se negaron a criticar directamente a Murdoch, es que los ejecutivos de la compañía engañaron repetidamente a la comisión y al parlamento británico en lo referido a la envergadura de las escuchas ilegales a los que el dominical «News of the World», propiedad del grupo mediático, sometió a famosos, políticos e incluso víctimas de crímenes violentos.
El informe nombra al presidente ejecutivo de la compañía, Les Hinton, al que fuera director de la publicación Colin Myler y al consejero legal, Tom Crone, por ofrecer evidencia engañosa, lo que podría desembocar en su presencia ante el parlamento británico para disculparse por su conducta, un hecho que no se ha producido en más de cincuenta años.
La descripción de Murdoch en el informe podría representarse con la imagen de los tres monos que cubren sus ojos, sus orejas y su boca. El informe apunta a que Murdoch sufrió de «ceguera voluntaria» ante las actividades ilegales en el seno de su organización, a la vez que decidió no escuchar un informe parlamentario previo en el que se criticaba a la misma publicación por sus escuchas a miembros de la familia real británica. Finalmente, Murdoch se niega a esclarecer la verdad ofreciendo un testimonio honesto sobre su conocimiento sobre las escuchas ilegales. En su mundo de información amarilla, sensacionalista y ultraconservadora, los fines -en este caso los beneficios- excusan a los medios.
Que los cuatro diputados conservadores que participaban en la investigación se hayan desmarcado de las críticas del informe a Murdoch, acusando al resto de los medios de la comisión de haber optado por una declaración «partidista», no hace sino dirigir la atención de la opinión pública a la red de conexiones del «imperio Murdoch» con el gabinete británico, y especialmente a la relación del primer ministro británico con la directora de News of the World, Rebecca Brooks. Claramente no es la mejor estrategia de cara a las elecciones municipales del jueves 3 de mayo y en vista al colapso de la popularidad del partido en las encuestas de opinión.
Cuatro de los diputados conservadores que participaron en la investigación se desmarcaron de las críticas en el informe al magnate dirigiendo la atención de la opinión pública a la red de conexiones del «imperio Murdoch» con el gabinete británico.
Rupert Murdoch enfrenta con la del Parlamento hasta ocho investigaciones en Gran Bretaña y EEUU:
Scotland Yard es responsable de la Operación Weeting, que investiga las escuchas ilegales, y Elveden investiga pagos a la Policía.
La Operación Tuleta investiga el acceso al ordenador de un oficial de los servicios secretos, mientras que Sacha se centra en la que fuera directora del «News of the World».
La Operación Kilo investiga filtraciones de la operación Weeting y el juez Leveson la posible filtración de información desde el gabinete británico a las empresas de Murdoch. Por su parte, el FBI investiga posibles escuchas ilegales a víctimas del 11 de setiembre. S.G.