«Si el Madrid quiere el alirón en Bilbao es por la grandeza de la catedral. Si yo fuera del Athletic me sentiría halagado». La afirmación es del inefable periodista merengue Tomás Roncero, ayer, en su twitter, junto a comentarios del tipo: «Urrutia dijo una declaración sobre Florentino impropia del presidente de un club tan grande como el Athletic. Aquí se le trató muy bien». Pues ni en la capital bilbaina están por la labor de que los madrileños conviertan La Catedral en su particular Cibeles, ni parece que el presidente blanco vaya a sentarse en el palco. Nunca un equipo visitante se ha proclamado campeón en San Mamés y afición y leones se han conjurado para que siga siendo así.

La estadística se lo pone difícil, porque el Madrid ha ganado en cinco de sus últimas seis visitas a Bilbo, pero esta vez el clásico de los clásicos se vive entre los rojiblancos como una tercera final a sumar a las dos que ya tienen por delante. No en vano, los rojiblancos tienen ante sí el reto histórico de ganar a los últimos cuatro semifinalistas de la pasada Champions League: se ha impuesto al Manchester United y al Schalke, hoy puede hacerlo ante el Madrid y el 25 ante el Barcelona. Probablemente, sería el primero en hacerlo.

Retos inimaginables hasta hace bien poco entre la cada vez mayor familia rojiblanca y que se traduce en baños de multitud para con los jugadores y el propio Marcelo Bielsa como sucedió ayer tarde en Lezama. Accesos a las instalaciones saturados y ambos aparcamientos repletos de vehículos para aprovechar el día festivo y seguir a pie de césped las evoluciones de sus ídolos. «Hoy he visto mucho cariño, mucho afecto y mucho entusiasmo en Lezama», tuvo que reconocer un técnico argentino que no es excesivamente dado a exteriorizar halagos.

«No he resuelto la formación»

Arrope en Lezama y entrega kamikaze esta noche en San Mamés. Entrenador, jugadores y afición saben que no están ante un partido más. El propio técnico lo reconoció al confesar que «este es uno de los partidos destacados que nos va a tocar resolver y superar el partido nos daría una valoración de nuestro nivel más grande». En esa misma línea, destacó la ilusión del equipo por «medirnos al campeón, al mejor del torneo», punto en el que matizó que el Madrid se merece el campeonato y que lo logrará, otra cosa, dejó caer, es que sea el mejor. «Una cosa es ser el mejor, otra el justo ganador y otra ganar», detalló.

Para imponerse al líder de la liga y virtual ganador de la misma, Bielsa utilizará las armas de siempre. «Tratar de imponer nuestro juego y que el rival no lo haga», nada más y nada menos. El problema es que para ello no contará ni con Herrera e Iturraspe, sancionados, ni con Amorebieta que, finalmente, causa baja. Un once que se queda en cuadro y que impidió a Bielsa ofrecer su habitual alineación. «Todavía no he resuelto la formación», se limitó a decir. Si Javi Martínez jugará atrás o en lugar de `Itu', ahí parece radicar una de las incógnitas.

En cualquier caso, Bielsa tuvo que reiterar que la Liga también es un objetivo para los rojiblancos y que si la opción del cuarto puesto se ha esfumado tras la derrota en Zaragoza -«me apenó mucho perder el partido», asumió ayer-, al rosarino le sigue «ilusionando quedar lo mejor posible, si es quinto, y si no sexto, y si no...». Por eso también son importantes los tres puntos en juego.

En el banco rival, un José Mourinho que se refirió ayer al descanso que han tenido algunos titulares rojiblancos, pero que sabe a dónde viene a jugar. «Me gusta mucho jugar en Bilbao, un estadio futbolero que va a muerte con su equipo y obviamente no es simpático para sus adversarios. Pero un gran estadio que respira fútbol», afirmó, para resumir la esencia del choque de hoy: «Queremos ganar para ser campeones, ellos quieren ganar para que no podamos serlo allí. Esto es el fútbol». Ni más, ni menos.

El técnico portugués tiene una sola baja destacada, como la del argentino Ángel Di María, acompañante habitual de los últimos partidos del trío de ataque Özil, Ronaldo y Benzema. Granero o Callejón podrían ser el recambio.

recuerdo a ángel nogales. La viuda de Ángel Nogales, el impulsor de los miniLezamas allá por 1977, recibió algunos recuerdos de manos de José Mari Amorrortu y José Ángel Iribar, en el primer memorial en su nombre celebrado este fin de semana entre equipos de los actuales miniLezamas.