La ruptura del pacto entre el PSE y el PP era comentada ayer por la prensa cavernaria. Quien llegara a ser poco menos que su héroe, últimamente en horas bajas, definitivamente es casi un traidor.

«La Razón» editorializaba sobre el asunto y afirmaba que el detonante de la ruptura del pacto entre PSE y PP ha sido la decisión de López de recurrir al Tribunal Constitucional las reformas sanitarias del Gobierno de Rajoy, «que ha sido interpretada por el líder del PP vasco como un acto de deslealtad inasumible». Casualmente, el editorialista aseguraba que «Tiene toda la razón Basagoiti». Y seguidamente señalaba la paja en el ojo de López disimulando la viga de las gafas de Basagoiti: «La ruptura, por tanto, ha sido consciente y premeditada, buscada por los socialistas con fines electorales». Pero posteriormente retoma el asunto con buenas dosis de humor. Lean, lean: «El pacto que ambos partidos firmaron hace tres años (...) fue saludado con el aplauso esperanzado de todos los demócratas». No será precisamente el de ese 65% que según los propios sondeos favorables a ese pacto desconfiaban de él, porcentaje que ha ido aumentando hasta el 77%. Claro, «todos los demócratas» serán, para el plumilla de «La Razón», los pocos que estaban de acuerdo.

En «Abc» también informaban sobre esa ruptura, pero «La verdad y toda la verdad» nos la contaba Curri Valenzuela, pues «La verdad y toda la verdad de por qué el PP vasco ha dejado plantado a Patxi López sin el apoyo que le permitió convertirse en lehendakari no tiene mucho que ver con lo que unos y otros han declarado públicamente: ni se debe al interés de los populares en un adelanto electoral, ni mucho menos a la prevista reunión de López con esos llamados verificadores a través de los cuales habla ETA». Leyendo a esta señora, a servidora le llega cierta voz de ultratumba, pero, en fin, nos aclara que todo es mucho más sencillo: «El topillo me lo cuenta después de brujulear por la sede madrileña del PP. `En Génova se enteraron de que el Partido Socialista de Euskadi iba a escenificar esta semana su ruptura con los populares a través de una declaración pública, alegando como motivo su oposición a los recortes que propone el Gobierno. O sea, que lo que hizo Antonio Basagoiti, con el pleno apoyo de María Dolores de Cospedal, fue adelantarse a lo inevitable. Igualito a cuando uno deja a una novia porque se entera de que le van a dejar a él'». Qué cosas. Y lo útil que resulta tener un «topillo» pepero, ¿eh?