El miedo a un desastre financiero en el Estado español puso contra las cuerdas al Ibex desde el principio. La situación de Bankia, ya insostenible según los expertos, provocó una venta masiva de acciones del sector financiero, aunque no todos los bancos presenten la mismas urgencia. La puntilla vino de la mano de la prima de riesgo, que saltó sobre los 450 puntos, y de la rentabilidad del bono, otra vez por encima del 6%. El miedo al derrumbe financiero del Estado español también provocó tensiones en el resto de plazas europeas, aunque sus consecuencias estuvieron alejadas de las sufridas por el Ibex. Al final, este selectivo se hundió un 2,77%, hasta los 6.812,70 puntos. París (-0,20%) y Londres (-0,44%) cerraron en rojo, mientras que Fráncforct (+0,47%) acabó en positivo. El castigo a los valores bancarios estuvo liderado por Caixabank (-6,69%) y Bankia (-5,84%). Esta última entidad queda a la espera de su rescate, tras la llegada a la presidencia de José Ignacio Goirigolzarri. Las caídas también fueron contundentes en BBVA (-4,73%), Santander (-4,52%), Bankinter (-5,33%) y Popular (-4,74%). Además, destacaron los hundimientos de Gamesa (-6,96%) y Mapfre (-6,27%). La aseguradora, que detenta el 5% en Bankia, presentó una bajada del 13,5% en los beneficios del primer trimestre. Técnicas Reunidas y Acerinox, que sumaron más de un 3%, fueron los mejores. En París, los bancos terminaron entre los valores más penalizados. Crédit Agricole cayó un 3,52%, BNP Paribas, un 2,37%, y Société Générale, un 2,25%. Los títulos de Michelin (+1,85%) lideraron los avances.