Unas 2.000 personas participaron ayer en el «paseo de protesta» convocado por el escritor Boris Akunin, según informó la Policía.

«El objetivo era saber si los moscovitas aún podían pasear libremente en su propia ciudad o si necesitan para ello una autorización especial», explicó Akunin, según la agencia RIA Novosti.

La Policía, en cambio, denuncia que la marcha «ha provocado dificultades para el tráfico rodado», aunque reconoce que no se ha producido ninguna otra alteración del orden público.

La manifestación comenzó en el monumento a Alexander Pushkin, en la plaza Pushkin, y concluyó en la estatua Griboyedov, en la parada de metro Chistiye Prudy. Varios de los participantes se acercaron hasta la acampada que mantiene cerca de allí la oposición. Muchos lucían una cinta blanca, el distintivo de la oposición para demandar elecciones limpias.