BARRIOLA 17

MARTÍNEZ DE IRUJO 22

Con una pelota de las escogidas por Abel Barriola, Juan Martínez de Irujo encontró en el saque la solución al grave problema que le había planteado su rival ayer, en un Astelena lleno como hacía tiempo no se veía. El de Leitza, valiente y efectivo como pocas veces, y sus propios miedos, pusieron al de Ibero en un atolladero, llegó a ir perdiendo por 14-7, momento en el que su acierto con la jugada inicial -encadenó siete tantos prácticamente consecutivos con el primer pelotazo-, y un parcial de 14-0 le sirvieron para sacar adelante la primera de las cuatro finales que debe solventar si quiere volver a ser campeón.

Y es que, por mucho que dijera en la elección de material que la presión es algo de los periodistas, dos años sin catar txapela es demasiado tiempo para un ganador como el de Ibero y eso, sumado a la presión que todos los pelotaris sufren en su debut, se hizo notar en un arranque de partido en el que ambos protagonistas parecían tener los papeles cambiados entre sí.

Pese a no gozar de apenas confianza por parte de una cátedra claramente decantada por el color azul, o precisamente por eso, Abel Barriola saltó a la cancha de la Catedral con un planteamiento inusualmente valiente, mientras que era el de Ibero al que la presión y los nervios le encogían el brazo.

Dejadas perfectas

Lo había avisado la víspera y Abel Barriola saltó especialmente agresivo a la cancha, mandón, con un brillo en sus pelotazos que comenzábamos a echar en falta, y todo ello aderezado con una precisión milimétrica en las dejadas con las que consiguió los dos primeros tantos.

Una pasa de saque del de Leitza dio el primer tanto al de Ibero, pero ni siquiera un error de bulto como este sacó a Abel Barriola de un arranque de partido en el que incluso la fortuna parecía de su lado.

Por contra, al cuatro veces campeón de la distancia le costó horrores encontrar la vía por la que superar a su rival. Lo intentó cruzando varias veces la pelota a la pared izquierda, pero la volea defensiva del zaguero sigue siendo de las mejores del cuadro y, cuando intentó pasarlo por arriba, con una derecha que se intuye fresca y con chispa, se topó varias veces con el techo, creando una situación muy comprometida para un Martínez de Irujo que ha preparado este manomanista como nunca había podido hacer.

Solo con su rival doblándole en el marcador apareció el mejor Irujo. Una buena finalización en el txoko dio el saque al delantero y, como tantas veces en esto de las luchas individuales, el pelotazo inicial propició una remontada espectacular.

Si la semana pasada Sebastien Gonzalez logró 17 tantos consecutivos, ayer Martínez de Irujo se quedó cerca, con un total de 14. Alternando saques largos con otros más cortos, el de Ibero consiguió cambiar la dinámica del partido, sobre todo en una fase en la que encadenó cuatro tantos consecutivos con esta jugada, justo en el primer momento en el que se puso por delante en el marcador (14-15). De los cinco tantos que completaron el demoledor parcial a favor del delantero, otros tres fueron conseguidos también con el saque, ante un buen restador como Barriola, que no pudo defender el honor de los zagueros, en un campeonato donde solo quedan delanteros.