Euroliga Sorpresa en la finalísima de la Final Four Estambul 2012
Olympiacos honra el basket con un triunfo milagroso
Los del Pireo remontan un 53-34 adverso y ganan con una canasta de Printezis en el último segundo.
CSKA MOSCÚ 61
OLYMPIACOS 62
Arnaitz GORRITI
Esto es baloncesto. Esto es increíble. Esto es un milagro. Digan ustedes lo que quieran, porque lo es. El Olympiacos, el mismo equipo que, año tras año, gastaba barbaridades de dinero para no ganar nada, lograba, en su año de austeridad, su segundo entorchado europeo tras ganar sobre la bocina al intratable CSKA de Moscú. Spanoulis penetró ante Shved, se atrajo la ayuda de Kirilenko, se la dobló a Printezis que, a una mano, bombeando el balón como Lior Eliyahu, lograba una canasta que pasará a la Historia, con mayúsculas, del Baloncesto, con mayúsculas también. ¡Honor y gloria!
En el tercer período, caían 53-34. Entonces, los hombres de Dusan Ivkovic -a sus 68 años, el entrenador más mayor en conquistar este título y, casualmente, esta es su segunda vez, después de ganarla en 1997... en las filas del Olympiacos- se dejaron de complejos, y lograron una épica remontada con un quinteto casi de circunstancias. Sloukas, Papanikolau -a sus 21 años, verdadero MVP de la final aunque se la llevara Spanoulis, con 18 puntos y un trabajo arduo sobre Kirilenko-, Mantzaris, Printezis y Spanoulis -MVP «nominal», que tuvo unos buenos minutos de banquillo- lograron lo que parecía imposible.
Y es que las bromas que gastaba Shved durante un tiempo muerto, con el famoso 53-34, así lo hacían pensar. Después de un horrible primer cuarto que acabaría 10-7, con Olympiacos enfangando el juego, tres triples seguidos de Teodosic, y varias canastas de Krstic, Siskauskas y Kirilenko, abrían la renta moscovita por encima de los 10 tantos. Por parte helena solo Papanikolau y Spanoulis anotaban. Durante tres cuartos, solo dos puntos de Antic constaban como única aportación del resto del equipo del Pireo.
Pero la reacción helena se hizo carne. Defender, no pararse, ir a la línea de tiros libres y meterlos. Y creer. Y no rendirse. Mientras, en el CSKA Teodosic sacó su faz de prima donna, sin querer jugar sino lucirse.
Los últimos minutos eran puro nervio, y Papanikolau ascendía el 61-60 a 10 segundos del final. En la siguiente jugada, un veterano bien curtido como Siskauskas tuvo dos tiros libres, pero el lituano erró. Injusticia divina con este jugadorazo.
Spanoulis la pidió y penetró. dividió y pasó, y Printezis lanzó. El Baloncesto hizo lo demás.
Con Marcelinho Huertas, autor de 21 puntos, como principal estrella, el Barcelona se hizo con la tercera plaza al ganar 69-74 al Panathinaikos. Los entrenadores se reservaron a Navarro y Jasikevicius y ofrecieron un espectáculo sin tensión hasta los últimos minutos.
El «Nike International Junior Tournament» tiene un nuevo campeón: Lietuvos Rytas. El equipo lituano se deshizo del Fenerbahçe turco por 88-70 en la final.
El equipo lituano, que ya ganase el prestigioso torneo junior de L'Hospitalet el pasado enero, tuvo como máximos anotadores a Edvinas Seskus -17 puntos, seis rebotes y cuatro asistencias- y Augustinas Jankaitis -15 puntos, 4 rebotes-, pero todo el equipo funcionó como un reloj.
Con todo, el máximo anotador fue el alero James Metecan Birsen, que firmó 20 puntos y mostró muy buenas maneras. A. G.
Con 15 puntos, liderazgo y la clarividencia de dar la asistencia del partido, Spanoulis fue el MVP de la final, segundo entorchado individual que conquista tras el de Berlín 2009. Con todo, fue Kostas Papanikolau, con 18 tantos y 22 de valoración, el mejor del conjunto heleno.
