Triste despedida de la Liga
La sombra de la final de Bucarest es alargada
Los rojiblancos echaron la persiana al campeonato liguero con más pena que gloria, con una abultada derrota que se fraguó en una pésima segunda mitad, la falta de puntería y una endeble defensa.
LEVANTE 3
ATHLETIC 0
Joseba VIVANCO
En diciembre, el Athletic firmaba uno de sus peores partidos, un raquítico 1-0 ante el Oviedo en Copa. Lo mejor de aquel encuentro fue que llegaba el parón navideño, porque los rojiblancos llegaban justitos no en lo físico, pero sí en lo emocional. En el Ciutat de Valencia quedó también claro ayer que lo mejor es que la Liga ha tocado a su fin, porque la cabeza lleva tiempo en otro sitio. Bucarest pesó. Palmadita al Levante por su histórica y merecida clasificación europea -y eso que ayer nadie viajó para devolver favores-, y a pensar en la final del día 25.
Los de Marcelo Bielsa cierran el campeonato con un sonrojante 3-0, inmerecido si nos atenemos a la primera mitad, pero totalmente justificado si nos quedamos con una segunda en la que el equipo jugó con encefalograma plano. Sin puntería ni apenas ocasiones de cara a la meta rival, pecando hasta el infierno de entrar por el centro de una cementada defensa levantina y con una más que alarmante endeblez defensiva. Dos semanas tiene por delante el técnico argentino para resetear a sus jugadores y dar con el interruptor que encienda de nuevo la luz de este equipo. Suman 0 goles a favor y 11 en contra en los últimos cinco partidos.
Décimo acaba el Athletic la Liga, con un resultado inesperado por lo holgado y que deja un sabor agridulce, aunque intrascendente. Lo cierto es que el encuentro de ayer lo hemos visto demasiadas veces esta temporada. Dominio, posesión, control, pero inefectividad cara a portería rival, y en una contra o un error defensivo, el contrario te da la puntilla.
Un cabezazo desviado de Toquero a los tres minutos metió al Athletic en un choque que navegó en sus primeros compases por un toma y daca constante, pero donde los de Bielsa pronto impusieron sus posesiones largas en campo rival, ante un conjunto levantino que se jugaba su clasificación europea, pero que mantenía su estilo de aguantar atrás y salir con peligro.
Su presión sobre la salida rojiblanca del balón era nula, pero esa misma actitud dejaba los mínimos resquicios en su defensa para colar alguna pelota. Muniain o Herrera parecían a gusto, pero faltaba penetrar en la tela de araña levantina. Una de Ibai, una pelota alta de Toquero tras una gran jugada colectiva, otra del de Santutxu... Pero sin pólvora. Adelantó línea el Levante y avisó Botelho con un balón fuera, pero el francés Ghezzal, que no había `mojado' esta temporada, aprovechaba un hueco en la zaga y una salida en falso de Iraizoz, para hacer el primer gol. Era el minuto 44.
Segunda mitad para olvidar
Movió ficha Bielsa, con Llorente por Toquero y Javi Martínez por Iturraspe. Y la cosa fue a peor. A mucho peor. Naugrafó el Athletic en todas y cada una de sus líneas, dándose cabezadas con el centro de la zaga granota, con excesiva recreación por momentos, intentando florituras que se antojan imposibles cuando la frescura no acompaña, y contabilizando en 45 minutos solo un peligroso cabezazo de Llorente.
El Levante se agrandó, aprovechó los numerosos huecos y regalos, se afanó en desbaratar los intentos del rival por combinar y Ghezzal, el que no había marcado ni un gol esta campaña, hizo el segundo y su segundo, un gol de barraca con la defensa rojiblanca mirando. Barkero se marcó una enorme diagonal y su disparo se fue alto y Valdo tuvo en sus botas el tercero, el mismo que llegó de penalti, precedido de la mano de un Amorebieta que acaba su `semana horribilis'. Era la puntilla en el minuto 87. Triste final de Liga. Ahora, a preparar la Copa.
El entrenador rojiblanco, Marcelo Bielsa, afirmó que el balance de la Liga es negativo para su club, que debió acabar el quinto o el sexto por la calidad de sus jugadores y por lo que merecieron a lo largo del campeonato. «Sin ser irrespetuoso, hoy, por ejemplo, nos ganó un equipo que no es mejor que el nuestro y eso nos ha ocurrido en varios de los partidos más recientes de la temporada», agregó el técnico argentino, quien señaló que su equipo no tuvo ataque y, además, defendió mal. «Cuando hay una diferencia de 3-0, tengo que admitir que soy el responsable de lo ocurrido, pero creo que en la primera media hora el rival nos parecía accesible, pero en la segunda hora, todo fue al revés», agregó. Bielsa admitió que la gestión por su parte no había sido acertada y que el equipo en los últimos partidos había dado pasos significativos hacia atrás, aunque consideró que los días que restan para la final son buenos para tratar de revertir esta situación.
Markel Susaeta se sinceraba al admitir que «estamos viviendo tiempos malos» tras reconocer que el 3-0 de ayer fue «un palo duro». Sin embargo, prefirió fijarse en que «tenemos por delante una final muy bonita» y de ahí que los dos días de descanso les vendrán bien. «Tenemos que descansar la cabeza, el cuerpo... mentalmente tenemos que recuperarnos», reconoció el de Eibar, que aceptó que les está faltando gol. Por su parte, Ibai Gómez asintió en que «no hemos estado a la altura del partido», que es un final de Liga «triste», pero que «no podemos estar mirando atrás», a la final de Bucarest.