He visto en la prensa el emotivo homenaje que te tributó tu afición, y a mi manera quiero hacer lo mismo, una ferviente Athletic-zale homenajeando a un txuri urdin, quién lo diría.

Te lo mereces. Siempre has estado ahí, defendiendo los colores de tu club, por encima de las adversidades, por encima de las críticas, empujando con fuerza, tirando del equipo para que consiga sus fines. Pero no solo eso: has defendido a nuestro país, cuando te has puesto los colores de Euskal Herria, has revindicado la oficialidad, has trabajado por ello, aunque esto en algunos campos del Estado español haya sido objeto de duras críticas e insultos. No te ha importado, aquí también, como en tu equipo, has tenido claro lo que querías.

Has apoyado las reivindicaciones importantes de nuestro pueblo, a favor de los derechos de las presos, de las libertades, a favor de los derechos de todos y todas. Y aunque en alguna ocasión, gracias a tu gol nos hayas ganado el derby, ello no es obstáculo para reconocer tu valía, tu capacidad, tu compromiso, para decirte que me hubiera encantado que hubieras fichado por nuestro club.

En fin, suerte en tu camino, si lo haces como en el fútbol seguro que conseguirás lo que te propones.