Itoitz-Canal de Navarra: fiasco a fondo perdido
El binomio embalse de Itoitz-Canal de Navarra se presentó en su día como el macroproyecto más ambicioso de todos, aquel que generaría un mayor bienestar y creación de empleo en Nafarroa. Supuestamente, los regadíos debían aumentar y se generaría más empleo, el aprovechamiento hidroeléctrico abarataría la energía, el agua de boca mejoraría en cantidad y calidad... todas esas razones fueron explotadas como justificación. 20 años después, un estudio elaborado por Charo Brinquis para la Universidad de Zaragoza desmonta toda la propaganda oficial y demuestra con datos que ese macroproyecto es económicamente inviable. De los más de 1.715 millones de euros ya invertidos en estas dos décadas, solo se ha recuperado poco más del 25%. De las dos hidroeléctricas previstas, solo una está operativa. Los cultivos que potencia son los intensivos y fuertemente mecanizados que generan poco empleo. Los datos hablan por sí mismos: como inversión económica -costeada con el dinero público- solo puede calificarse como una inversión casi a fondo perdido.
Itoitz se hizo pasando por encima de los intereses de Nafarroa y de la legalidad. Y ahora quieren hacer que los vecinos de Iruñerria beban el agua del Canal de Navarra -y no como hasta ahora de Eugi- como forma de pago de las millonarias pérdidas. Un despropósito tras otro. Una política disparatada que ha castigado a todos los navarros.