El cadáver del abogado vizcaino Jesús Javier Ezkerra Uriarte, desaparecido hace tres meses, fue localizado la noche del miércolesen una cueva de difícil acceso, a 16 metros de profundidad, en el paraje de La Engaña, en la localidad burgalesa de Pedrosa de Valdeporres, después de que uno de los dos detenidos en relación a este caso reconociera su participación en los hechos que acabaron con la vida del letrado de Mungia.

El mismo miércoles, los dos imputados, dos hermanos dedicados a la ganadería que permanecen en la prisión de Basauri desde el pasado 8 de marzo, volvieron a declarar ante un juzgado de Getxo, momento en el que el mayor de ellos reconoció su relación con la muerte de Ezkerra Uriarte. Exculpó a su hermano menor, quien, según su testimonio, en un principio le habría ayudado a trasladar el cuerpo a una casa abandonada y habría colaborado en el incendio del todoterreno de Ezkerra, según publicaron ayer varios medios. El mismo autor confeso condujo a Ertzaintza y Guardia Civil hasta el paraje donde hallaron el cadáver.

Fuentes de la Delegación del Gobierno español en Burgos precisaron que el cuerpo del abogado fue rescatado de una zona de difícil acceso, en una sima que se encuentra a unos cincuenta metros de la pista forestal más próxima, hacia las 22.30 del miércoles. La pista forestal está próxima al túnel de La Engaña, a ocho kilómetros de Pedrosa de Valdeporres. Efectivos del Grupo de Rescate Espeleológico y de Montaña de la Cuardia Civil, con base en la localidad riojana de Ezcaray, tuvieron que intervenir en la recuperación del cadáver.

El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico de Villarcayo, donde ayer se le practicó la autopsia. La necropsia determinará si las heridas que presenta se corresponden con el testimonio del acusado.

Según trascendió a través de varios medios, la compra de un terreno para la que el abogado habría prestado dinero a los dos ganaderos pudo ser el desencadenante de una riña. El autor confeso habría declarado que en un momento de forcejeo el abogado cayó y se golpeó en la cabeza, aunque también habría reconocido que siguió golpeándolo con rabia.

Un familiar del abogado, de 49 años y residente en la urbanización La Bilbaina de Mungia, denunció su desaparición el 15 de febrero, tras lo que la Ertzaintza inició una investigación. La Policía autonómica encontró el vehículo del abogado, que había sido incendiado, en la cercana localidad de Laukiz.