El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció ayer que suspendía todos los contactos con Grecia hasta las elecciones parlamentarias de junio, cuando reanudará los contactos con el nuevo Gobierno.

«Estamos ansiosos por ponernos en contacto con el Gobierno (futuro) una vez que se haya formado», declaró el portavoz de la institución David Hawley.

El FMI concedió en marzo a Grecia un nuevo préstamo de 28.000 millones de euros, sumándose al de los 30.000 millones de euros de mayo de 2010, de los que dos tercios habían sido pagados.

«La conclusión es que nuestra misión (en Atenas) se llevará a cabo después de las elecciones. No tengo ninguna fecha específica», añadió Hawley.

Este anuncio coincidió con la creación del nuevo Gobierno interino dirigido por el presidente del Consejo de Estado, Panayotis Pikrammenos, que asumió ayer su cargo, tras ser elegido el miércoles para encabezar el país hasta las elecciones de junio.

Pikrammenos es considerado una «eminencia gris». Es un jurista de claro perfil técnico que tiene el reto de gestionar el país en un momento histórico. De 67 años de edad, desde 1976 ha hecho carrera en el Consejo de Estado, el Tribunal Supremo griego para asuntos administrativos, del que fue nombrado presidente en 2010.

Tanto el nuevo jefe de Gobierno como sus ministros juraron sus cargos ante el presidente de Grecia en la sede oficial del jefe de Estado y acto seguido convocó el primer consejo de ministros.

El Gobierno de Pikrammenos, de caracter técnico, está compuesto casi en exclusiva por magistrados y catedráticos, y el único político es el ministro de Exteriores, Petros Molyviatis, quien ya ocupó ese mismo cargo durante el mandato del jefe del Ejecutivo conservador Costas Karamanlís.

La incertidumbre política en Grecia debido a la incapacidad para formar Gobierno por la fragmentación parlamentaria tras las elecciones del 6 de mayo, ha elevado la duda sobre la continuidad del endeudado país en el euro, lo que ha generado turbulencias económicas en toda la Eurozona.

La banca griega

Mientras, la banca griega llamó a la calma a la ciudadanía y defendió su solidez a pesar de la retirada en los últimos días de depósitos en cantidades millonarias, diciendo que Grecia «no es la Argentina del corralito».

El pasado lunes por la tarde, el presidente de la República, Karolos Papulias, telefoneó al gobernador del Banco Central de Grecia (BoG), Yorgos Provópulos, y este le alertó de que ese mismo día se habían retirado 700 millones de euros de cuentas bancarias en el país ante los temores de que saliera de la Eurozona.

«La resistencia de los bancos es actualmente muy débil», explicó Karolos Papulias, citando la conversación que mantuvo con Provópulos, en la que este le hablaba de su preocupación de que haya un «pánico» bancario.