El mensaje de tranquilidad se produjo en una jornada bursátil de infarto para Bankia, que llegó a perder más de un 29% en algunos compases de la sesión. Al cierre de la jornada moderó su desplome y cerró con un retroceso del 14,08%, hasta 1,42 euros por acción.

Desde su salida a bolsa en julio del año pasado, los títulos de Bankia, la entidad que más provisiones inmobiliarias tiene que hacer para cumplir con la nueva reforma financiera, han caído más del 68% y desde que comenzó el año, un 60,45% tras acumular diez jornadas consecutivas en negativo, ante el temor a una posible fuga masiva de depósitos.

No obstante, el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, enmarcó ayer estos movimientos en un momento económico «sumamente convulso» y aseguró que en los últimos días la actividad del grupo ha sido «básicamente normal», pese a que en los últimos días se han esfumado más de 1.000 millones. Pero, basándose en la solvencia del grupo, Bankia traslada a sus clientes que «pueden estar absolutamente tranquilos» sobre la seguridad de su dinero, al tiempo que Goirigolzarri hizo hincapié en que el banco es una entidad «tremendamente sólida».

En la misma línea, el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, negó que haya una salida generalizada de depósitos en Bankia y aseguró que el nuevo proyecto reúne todos los requisitos para ser un éxito de futuro.

En los próximos días, los nuevos gestores de Bankia presentarán sus planes de viabilidad y Latorre auguró que su trabajo «será de muy buena calidad».