LAB urge a repartir el trabajo y la riqueza para frenar la pobreza
LAB hizo un llamamiento ayer a diseñar «una alternativa urgente e ineludible» para lograr un espacio socioeconómico vasco que permita el reparto del trabajo y la riqueza «para frenar la creciente pobreza y exclusión social derivadas del aumento del desempleo». En las próximas semanas, la central sindical hará propuestas concretas para hacer frente al modelo capitalista, asumido por las administraciones, «que nos lleva a la pérdida de los derechos sociales».
Juanjo BASTERRA | BILBO
LAB presentó ayer una radiografía de «La realidad Social en Hego Euskal Herria» en la que se constata que el desempleo, la precariedad, la pobreza y la exclusión social están incidiendo en un cada vez mayor número de personas. Oihan Ostolaza, secretario de Políticas de Empleo, y Bea Martxueta, secretaria de Políticas Sociales, explicaron que «es necesario diseñar una alternativa urgente e ineludible, máxime cuando las decisiones políticas que se están adoptando revelan una sumisión a una minoría económica, que decide en contra de los intereses y la voluntad mayoritaria de nuestro pueblo».
En este caso, remarcaron que la realidad institucional y el marco jurídico, «que se nos impone, hace muy difícil la superación de la actual situación de precarización masiva, con sus dolorosas consecuencias».
LAB entiende que se debe actuar como «una necesidad de supervivencia como pueblo y clase para avanzar en la consecución de un espacio socioeconómico vasco, con capacidad para decidir, de contar con un marco propio de relaciones laborales y de un sistema de protección social capaz de garantizar en Euskal Herria que todas las personas cuenten con medios suficientes para una vida digna, autónoma y de calidad».
Martxueta destacó que la conformación de esa apuesta pasa por «el reparto del trabajo y el reparto de la riqueza». La central sindical avanzó ayer en Bilbo que en breve presentará propuestas concretas para andar en ese camino que trazaron ayer y que servirán para dar una respuesta «clara, directa y contundente» al creciente desempleo y precariedad laboral, que llevan a una parte «muy importante» de la sociedad vasca a la exclusión social y a vivir en la pobreza, mientras «unos pocos siguen acumulando enormes beneficios y obtienen rentas muy elevadas». Como dijeron los representantes de la ejecutiva de LAB, este grupo de privilegiados son los únicos que se están beneficiando de las medidas de los gobiernos «sumisos al poder financiero y económico», como remarcó Ostolaza. Por su parte, Martxueta explicó que «todas las políticas que han puesto en marcha las administraciones públicas, bajo la excusa de la crisis, han fracasado y seguirán fracasando. Solo han provocado una crisis social que va en aumento, porque las soluciones que nos ponen encima de la mesa pasan siempre por los recortes a la mayoría de la población y están provocando el desmantelamiento de los derechos sociales conquistados, lo que se traduce en un mayor empobrecimiento de la clase trabajadora: bajan los salarios, se tiene que trabajar más; y así aumenta el paro y hay mayor pobreza».
Falsa empleabilidad
El análisis de LAB constata que se está produciendo «un empeoramiento» de todos los parámetros de igualdad, cohesión y bienestar social.
Bea Martxueta denunció que la intervención de las instituciones de Hego Euskal Herria «está siendo parcial, porque es en beneficio de las empresas, desenfocada y coaccionadora, porque culpabiliza a las personas de sus situación, así como insolidaria, porque está dejando fuera del sistema de protección a miles de personas y se están reduciendo las prestaciones».
Denunció el papel de las instituciones y, en concreto de Gemma Zabaleta y Elena Torres, porque «están hablándonos de empleabilidad, pero es una realidad demagógica cuando no existe ni una sola política de creación de empleo» Y añadió que «se ocultan las verdaderas causas de la exclusión social creciente, que no son otras que la distribución desigual de la riqueza aumentando con ello la brecha social».
«Millones para tapar pufos»
En cuanto a la radiografía del paro, pobreza y exclusión, Oihan Ostolaza denunció que «los estados no dudan en desviar miles de millones de euros del dinero público para salvar los pufos de una élite especuladora y multimillonaria, que es capaz de provocar miseria social mientras, al mismo tiempo, sigue repartiendo dinero entre sus accionistas» y añadió que «aprueban recortes laborales, dando carta blanca a la patronal para obtener sus beneficios a costa del empobrecimiento salarial y la precarización».
Entre los muchos datos existentes, el paro alcanza ya a más de 213.000 personas en Hego Euskal Herria. Un 25% de los ocupados son temporales y el 82% de los contratos que se firman son temporales. «Hay 71.000 unidades perceptoras de renta básica, teniendo mayor incidencia entre hogares encabezados por una mujer» y «cada día se producen siete desahucios de viviendas».
A todo esto hay que añadir que más de 300.000 pensionistas perciben menos de 650 euros al mes, «muy por debajo del umbral de la pobreza que se establece para la economía vasca».
Personas desempleadas se concentraron ayer a las puertas de la Casa de Cultura de San Vicente de Barakaldo para denunciar «los contratos basura que ofrece el Ayuntamiento de Barakaldo a través de la feria `Expolan 2012', es decir, la feria de la precariedad». Un grupo de personas llevaron a hombros un ataúd para escenificar el «cortejo fúnebre» del empleo digno y los derechos laborales y sociales.
Según denunciaron, «la feria de la precariedad» se desarrolla en un contexto de grave crisis económica y desmantelamiento industrial en Barakaldo y Ezkerraldea con continuos despidos, cierres de comercios y pequeñas empresas o ERE en las principales fábricas de la comarca y sus empresas auxiliares. Pusieron el ejemplo del ERE en la ACB (440 personas), «el intento de despedido de 55 personas en la siderúrgica Nervacero y la reducción de un 30% de los salarios para el resto de la plantilla, 300 personas».
Para estos colectivos, «con estos saraos, el Ayuntamiento de Barakaldo intenta esconder su falta de políticas activas reales de empleo para las 9.240 personas desempleadas del municipio» y denunciaron que esa feria es «solo negocio para las ETT y la explotación laboral, porque no ofrece empleo de calidad». J. B.