El momento requiere una lectura coherente
Aristóteles dijo que la virtud se sitúa en el medio de dos vicios opuestos, y en el mundo de las relaciones internacionales y la resolución de conflictos los mediadores suelen adoptar esa máxima a la hora de situarse en el escenario que pretenden transformar. Es normal y es positivo. Las partes suelen acusarles de equidistancia, cuando no de parcialidad, y eso también es normal aunque, evidentemente, no pueda ser considerado positivo. Entre otras cosas porque buscan desacreditar a quienes tienen por misión ayudar a solucionar un conflicto en el que, por definición, ninguna de las partes tiene la razón absoluta.
Una de las maneras más simples de saber quién se opone a una paz justa y duradera es, precisamente, ver quién utiliza esa clase de argumentos. En el caso vasco es evidente que los sucesivos gobiernos españoles y particularmente el PP han menospreciado a quienes, por su experiencia, su conocimiento y su buen hacer, pueden ayudar a superar definitivamente una fase del conflicto político que ha generado mucho sufrimiento. La postura de dirigentes como Antonio Basagoiti en relación al GIC ha sido impertinente, irrespetuosa e irresponsable.
La aportación del GIC para abrir el proceso político ha sido y es vital y la sociedad vasca siempre estará en deuda con quienes han facilitado un escenario en el que muchos vascos habían dejado de creer, estadio necesario y previo a otros en los que se lograrán mayores cuotas de libertad y democracia. No obstante, para una gran parte de la sociedad vasca -y para cualquier observador- es evidente que solo un sector del espectro político ha dado pasos positivos y proactivos, lo cual altera el punto en el que se encuentra ese centro virtual entre las dos partes. La credibilidad del GIC la marca su consistencia, y debe salvaguardarla de mensajes poco coherentes -como el de Alberto Spektorowski- o en exceso positivos -como saludar el llamado Plan de Reinserción y obviar que de facto se ha legalizado la cadena perpetua-. El resto de elementos de su comunicado estaban en Aiete, la hoja de ruta de la que solo se ha cumplido el primer punto y que hay que sacar adelante entre todos.