NUEVO TIEMPO EN EUSKAL HERRIA
El GIC recalca que ETA cumple y pide diálogo a estados y partidos
Tras una nueva ronda, el grupo de Currin reivindica la Declaración de Aiete como única hoja de ruta y pone de manifiesto que solo el primer punto se ha cumplido. Advierte un paso positivo en el plan de Madrid sobre los presos, pero matiza que el acercamiento debe ser «condición previa»
Ramón SOLA | DONOSTIA
Tres meses después de su última visita a Euskal Herria, los facilitadores que conforman el Grupo Internacional de Contacto -con Brian Currin a la cabeza- han vuelto a testar la situación durante dos días de reunio- nes con agentes vascos. Tras ello, han emitido una declaración más larga y detallada que las anteriores. Destaca la revalidación de la apuesta por la Declaración de Aiete como única hoja de ruta y la petición de diálogo a los estados y los partidos.
Su mensaje sigue el esquema de Aiete, punto por punto desde el número 2, después de remarcar que el primero ya fue cumplido por ETA de forma «rápida». Al hilo de ello, el GIC expo- ne además que «el Gobierno Vasco ha asegurado que toda la información disponible confirma que ETA ha abandonado todas las actividades terroristas», una afirmación que cobra valor especial en estos días en que el Gobierno español intenta crear nuevas sombras de duda a partir de las detenciones hechas el domingo en Las Landas.
Hablar con ETA, interés público
El GIC recuerda que el punto 2 de Aiete instaba a los gobiernos español y francés a dar la bienvenida a la decisión de ETA y aceptar el inicio de conversaciones. Han pasado siete meses desde entonces, pero Madrid rechaza expresamente abrir ese diálogo y París le acompaña con el silencio y la inacción. Sobre esto, los facilitadores dicen que «el grupo reconoce la necesidad de los estados de cooperar ante actividades terroristas, pero hay una importante oportunidad que hay que aprovechar para poner las armas fuera de la convivencia en el País Vasco. Por lo tanto, el GIC insta a los gobiernos de España y Francia a contactar con ETA sobre este asunto que es de interés público».
En cuanto al punto 4 emanado de la conferencia liderada por Kofi Annan, que está referido a la necesidad de diálogo político en Euskal Herria, el GIC considera que es una «necesidad». Sin embargo, apunta que le consta que «la CAV se encuentra en plena campaña preelectoral» y en consecuencia deja caer que la confrontación política que se avecina podría generar «obstáculos que dificulten los progresos». En consecuencia, Currin y sus compañeros sugieren que «el periodo posterior a las elecciones serán un momento para avanzar».
Más tarde, el comunicado incluye otra cuestión ligada a esta: «Queremos hacer hincapié en la necesidad de inclusión de todos los actores políticos para que se puedan dar pasos positivos. Por tanto, observamos con preocupación la demora en la resolucion de la cuestión de la legalización de Sortu», dicen. Como es sabido, el Constitucional no abordó el tema en los tres primeros días de su pleno de sesiones, la semana pasada. La próxima semana se retomarán estos debates, pero entre medio el máximo tribunal español ha amenazado con un plante en el caso de que no se resuelva el bloqueo en la renovación del TC. Por el momento, por tanto, el calendario está en el alero.
El grupo de Currin incluye un último subrayado más sobre la validez de Aiete, planteamiento que no acepta el Gobierno español, al recalcar que «el GIC mantiene su compromiso de ayudar, como facilitadores, para dar los pasos hacia adelante en la hoja de ruta establecida por los líderes internacionales que firmaron la Declaración de Aiete, quienes siguen con interés los resultados de este proceso».
El acercamiento, antes
Este nuevo posicionamiento del GIC toca otras tres iniciativas muy diferentes que han surgido desde su última visita, y se refiere a todas ellas de modo positivo. La más relevante es la relativa al denominado Plan de Reinserción del Gobierno español, sobre el que entiende que «es un paso adelante». En su opinión, la «reinserción» es un «principio fundamental», pero el GIC incluye un matiz respecto al propósito del Ejecutivo Rajoy al indicar que el acercamiento debiera ser previo: «La proximidad a los hogares es una piedra angular en la reintegración social de los presos. Se trata de una condición previa para un programa de reinserción efectivo, cuyos detalles deben ser objeto de un debate abierto».
En su repaso a los puntos de Aiete, el GIC incluye en el 3 («dar pasos profundos para la reconciliación») una cita al «congreso sobre la memoria» de Lakua. «Consideramos que este importante paso debe continuar, promoviendo la inclusión». Y en el punto 4, el relativo al diálogo político, alude a la ponencia del Parlamento de Gasteiz como «oportunidad para el debate». Le pide, eso sí, «un esfuerzo especial para facilitar la participación de todos los sectores».
Los arrestos de Xabier Aranburu y Oroitz Gurrutxaga han sido utilizados por el Gobierno español para poner más énfasis aún en la autodisolución de ETA como único final que contemplan. Para el representante de la izquierda abertzale Pernando Barrena, este planteamiento no tiene ninguna «lógica» y supone querer «poner el carro antes que los bueyes».
En una entrevista a Radio Euskadi, Barrena remarcó que «todo el mundo sabe que la decisión del 20 de octubre de ETA aboca a esta organización a un único escenario posible», pero que para llegar a él es preciso poner los medios para «una interlocución entre las partes». Al hilo de ello, recordó que los verificadores internacionales han confirmado públicamente la voluntad de ETA a abrir ese diálogo para «pasar de una fase de verificación a una de desarme». Y por ello consideró «triste que la respuesta de los gobiernos sea utilizar las vías policiales contra alguien que está manifestándose en esas posiciones y que ya hace meses anunció que había terminado con su actividad armada».
Además, Pernando Barrena negó «credibilidad» al ministro del Interior español cuando sostiene cosas como que los detenidos iban a captar militantes para ETA -en la primera versión- o que llevaban material susceptible de fabricar explosivos -en la introducida el martes-. El portavoz independentista destacó que en Euskal Herria y la esfera internacional no existe duda alguna sobre la voluntad de ETA y que, de hecho, «la prueba es que los dos detenidos portaban armas y no las utilizaron».
Desde Burgos, donde reinauguró la casa cuartel destrozada por ETA en verano de 2009, Jorge Fernández respondió a Barrena que «solo faltaba que nos dijera que los detenidos habían pedido permiso de armas a la Guardia Civil». GARA
Oroitz Gurrutxaga y Xabier Aranburu tendrán que pasar hoy a disposición judicial, ya que cumplen cuatro días incomunicados, los dos primeros en Baiona y desde la tarde del martes en París. En sus localidades, Orereta y Ondarroa, cada día se han realizado movilizaciones de protesta. Cuentan con el apoyo de los firmantes del Acuerdo de Gernika, que ayer censuraron la redada en una nota.
Exponen que «ETA ha cumplido con lo que se le pedía desde el Acuerdo de Gernika. Del mismo modo, la decisión de cesar definitivamente su actividad armada ha abierto un nuevo tiempo en nuestro país. Sin embargo, los estados español y francés se han hecho los sordos una y otra vez ante los requerimientos del Acuerdo de Gernika. Actúan como si ETA no hubiera dado por terminada su actividad armada, tal y como demuestran las detenciones. Esa forma de actuar de los estados, además de ser muy grave, echa por tierra las ansias de paz de la ciudadanía vasca».
La operación de Las Landas se produce además en plena campaña electoral en el Estado francés. Euskal Herria Bai ha emitido una nota en la que reclama que no haya más ataques al proceso a través de la represión y cuestiona la actitud del PS tras la llegada al Elíseo de François Hollande, que se ha traducido en un inmediato alineamiento con su homólogo en Madrid, Mariano Rajoy.
Euskal Herria Bai recuerda que dirigentes del PS estuvieron tanto en Aiete como en la manifestación por la resolución democrática del 10 de diciembre en Baiona, que marcó un hito. Considera que lo hicieron de modo sincero y espera que los «intereses de partido» no se impongan. GARA
