NUEVO TIEMPO EN EUSKAL HERRIA
Un ruido innecesario
Iñaki IRIONDO
Una nota de prensa hecha pública por el Grupo Internacional de Contacto el pasado martes señalaba que Alberto Spektorowski comparecería en la Ponencia de Paz y Convivencia y que al terminar haría una «breve valoración» del encuentro. A la vista de los titulares a los que mayoritariamente dieron lugar las declaraciones de Spektorowski, resaltando que «afea», «reprocha» o «carga contra» la izquierda abertzale por no acudir a la ponencia, corresponde al GIC valorar si los objetivos que se había propuesto para esa cita parlamentaria se cumplieron de forma satisfactoria.
La «breve valoración» que Alberto Spektorowski iba a hacer sobre el encuentro se limitó a un escueto «positivo» y dejó a los periodistas planchados cuando se negó a referirse tanto a lo comentado a los parlamentarios como al balance que el GIC hace sobre el tiempo pasado desde que ETA dejó la lucha armada.
Por contra, fue prolijo en otras apreciaciones. Resulta llamativo que Spektorowski, a preguntas de los periodistas, disculpe y comprenda una posición estratégica del Gobierno español y del PP, como es la negativa a reconocer el trabajo del GIC, su posición beligerante contra el Acuerdo de Aiete y la negativa absoluta al diálogo entre todos. Y que acto seguido, motu proprio, se adentre a criticar una cuestión puntual como el rechazo de la izquierda abertzale a participar en un foro que, además de excluirle, tiene un futuro temporal y político muy corto. Entiende a quien va de frente contra todo lo que defiende el GIC y deja en evidencia por una decisión puntual a uno de los protagonistas del cambio de escenario.
Si el GIC quería destacar la legitimidad que le daba ser recibido en el Parlamento, el ruido generado por Spektorowski lo ensordeció todo.