La organización ecologista y antinuclear Eguzki se felicitó ayer por la decisión del Ministerio español de Fomento de no ampliar la pista del aeropuerto de Hondarribia porque, tal y como resaltó, esa infraestructura «no ofrece ni puede ofrecer garantías de seguridad para las miles de personas» que viven en sus cercanías, «tanto en Lapurdi como en Gipuzkoa».

En un comunicado remitido a los medios, Eguzki indicó que la «declaración de excepcionalidad» salva la ampliación requerida por la Organización Internacional de Aeronáutica Civil (OACI) y deja sin efecto una propuesta que había suscitado un rechazo «multitudinario», manifestado por ayuntamientos de la Bahía de Txingudi, la propia Diputación guipuzcoana y miles de ciudadanos a través de firmas recogidas en la zona.

La organización ecologista indicó que los efectos negativos en materia de medio ambiente, salud y seguridad han sido reiteradamente evaluados y certificados», y destacó que la ampliación del aeródromo «habría afectado con carácter irreversible a la permanencia del barrio de Mendelu, a la contaminación acústica de la bahía y a hábitats naturales y especies protegidas.

Eguzki lamentó que, pese a la oposición ciudadana e institucional y los daños al medio advertidos, la Asociación para el Fomento y Desarrollo del Aeropuerto (Afodesa) haya sido «incapaz de visualizar la incompatibilidad de una propuesta de ampliación de la pista con la seguridad, la calidad de vida y el medio ambiente».

Otra de las reflexiones del colectivo ecologista tiene que ver con la viabilidad del aeródromo guipuzcoano. Consideró que cualquier medida tiene que estar basada en principios de «sustentabilidad y coherencia», así como «apoyada en el interés general, con un justo dimensionamiento de las infraestructuras de transporte aéreo. «Son suficientes los cuatro aeropuertos de Biarritz, Loiu, Noain y Foronda para cohesionar y vertebrar el espacio aéreo de Euskal Herria», precisó.

Con respecto a la viabilidad de la terminal, según datos de la propia Aena (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), el tráfico de pasajeros registró en los últimos cuatro años un importante retroceso. De registrarse un total de 466.457 usuarios en 2007, el aeropuerto de Hondarribia pasó a tener el año pasado 248.050, por debajo incluso de las cifras de 2002. La tendencia se mantiene este año, ya que en el primer cuatrimestre se contabiliza ya un 0,2% menos que en el mismo periodo del año 2011.