COPA | Derrota rojiblanca en la final
Lágrimas por un sueño truncado
El Athletic, que acabó el partido con nueve jugadoras, sucumbió en la prórroga ante el Espanyol, que se adjudicó su sexto título.
ATHLETIC 1
ESPANYOL 2
Amaia U. LASAGABASTER
Todas lo son, pero el Athletic sufrió ayer una de sus derrotas más dolorosas. En una final por primera vez en su historia, las rojiblancas se supieron capaces de conquistar su sueño, rozaron la Copa con la yema de los dedos, pero acabaron sucumbiendo tras 115 minutos de esfuerzo máximo, repletos de obstáculos, ante un Espanyol que también se sobrepuso a las adversidades para alcanzar su sexto título.
Si el equipo de Juan Luis Fuentes tuvo que exprimir todas sus virtudes en la semifinal del viernes ante el Barcelona, la matinal de Las Rozas le exigió un ingrediente más, la épica, a la que se entregaron las bilbainas con toda su alma. Con diez jugadoras desde el minuto 85, con nueve en los últimos minutos de la prórroga, el Athletic neutralizó el primer golpe de su rival y rozó la remontada -dos balones se marcharon a la madera y Mariajo también tuvo que lucirse en un par de ocasiones-, incluso en inferioridad numérica. Qué justificado el llanto, inconsolable, de las futbolistas a la conclusión del choque. Qué gran campeón habría sido el equipo rojiblanco.
Como lo es, por otra parte, el Espanyol. Porque nada puede achacarse a su victoria en un encuentro que, si el fútbol fuera justo, habría dejado dos vencedores. Pero las reglas son las que son y la escuadra blanquiazul acabó celebrando su sexto título de Copa, que le coloca en lo más alto del palmarés del torneo junto al Levante.
Y que probablemente sea uno de los más disputados de su colección porque no pudo levantar los brazos hasta el ultimísimo suspiro. Y eso que un partido tan largo parecía perjudicar al Espanyol, que llegaba a la final tras haber competido otros 120 minutos, más los penaltis, intensísimos contra el Rayo, en un encuentro que concluyó pasada la medianoche del viernes. Posiblemente por eso, las futbolistas de Luis Carrión saltaron al césped revolucionadas, buscando un par de golpes rápidos que les permitieran adquirir ventaja y contemporizar después. No les faltó demasiado para conseguirlo. El Athletic se vio sorprendido y estuvo a punto de pagarlo. Sobre todo con un buen balón para Mary Paz, que la gallega picó ante la salida de Ainhoa y al que solo separaron del arco algunos centímetros.
El susto hizo reaccionar a las vascas, que se hicieron con el balón, se sacudieron la presión y, con el paso de los minutos, se fueron mostrando cada vez más incisivas. Con protagonismo especial para Eli Ibarra, que no se cansó de colocar balones con aroma a gol. Incluyendo el que Guru estrelló en el larguero, el de la propia elgoibartarra que forzó el paradón de Mariajo o el que remató Flaviano para que una zaguera perica despejara junto a la portería.
Lo mismo, pero con goles
El inicio de la segunda parte pareció un calco de la primera. Solo que esta vez las delanteras estuvieron más inspiradas. Débora, que atormentó por su banda, centró para que Brenda anotase el 1-0 con una vaselina. Casta, rabia, ambición... volcaron al Athletic en la portería catalana. También con acierto esta vez. Fue Itsaso, que acababa de saltar al campo, la que firmó el empate al cabecear una asistencia de Eli Ibarra.
Nueva igualada que deparó veinte minutos espectaculares, con el equipo de Fuentes atacando de manera constante y variada y el Espanyol tan resignado a sufrir como a sacar las uñas a la contra. Ni siquiera la expulsión de Irene frenó las ansias de las bilbainas que, cumplido el tiempo reglamentario, enviaban otro balón al larguero con una falta botada por Erika.
Llegó la prórroga. Y con ella el espectáculo para el aficionado neutral y la tensión inaguantable para el parcial. Porque los dos equipos olvidaron cansancio, inferioridad o bajas y se lanzaron en busca de la sentencia. La rozó el Espanyol, con un gol de Mary Paz anulado por fuera de juego. La siguió buscando el Athletic, con la puerta de Mariajo en el punto de mira y la Copa esperando en el palco.
Hasta que dos minutos trágicos acabaron con su sueño. Los que separaron la expulsión de Arrate del córner que Mary Paz, siempre letal, cabeceó a gol. Ni aún así se rindió el Athletic, pero la épica tampoco bastó para conquistar un sueño que se sigue resistiendo.
115 intensos minutos de partido se habían disputado cuando Mary Paz sentenciaba partido y título. Un mazazo para un equipo que, con dos jugadoras menos, pensaba ya «en llegar a los penaltis. En esas circunstancias no teníamos muchas más opciones -reconocía Juan Luis Fuentes-. Parecía que lo íbamos a conseguir, pero nos han pillado en una jugada de estrategia. Ha sido una manera cruel de perder».
Coincidía Iraia al reconocer que «en ese momento ya solo pensabamos en aguantar hasta los penaltis, pero no ha podido ser». La consecuencia, una derrota «durísima», admitió la capitana rojiblanca. «Ha sido un golpe muy grande porque llevábamos nueve años esperando llegar a una final y llegar y no ganarla ha sido muy duro», lamentó.
A la hora de analizar el choque, Fuentes reconoció que «nos ha costado un poco entrar en el partido, pero luego el equipo, aunque ellas también han estado muy bien, ha cogido el ritmo, se ha hecho dueño del balón, ha tenido ocasiones... Luego todo se ha ido poniendo en contra, pero quiero dar la enhorabuena al equipo por el trabajo que ha hecho, el esfuerzo de las jugadoras ha sido extraordinario».
GARA