ALPINISMO | Encadenamiento
Alaska se viste de gala con la 1ª a la Travesía del Tooth
Renan Ozturk y Freddie Wilkinson firmaron en cinco días (del 17 al 21 de mayo) los 8 kilómetros y 10.000 metros de escalada con los que cuenta este encadenamiento. Además se enfrentaron a duras dificultades técnicas: 5.10 R, A2+ y M5.
Andoni ARABAOLAZA
A la tercera la vencida. Renan Ozturk y Freddie Wilkinson han cerrado al tercer intento un proyecto muy deseado y que les tenía «atrapados». Nos referimos a la «Travesía del Tooth». Un encadenamiento de picos, una larguísima travesía, una escalada intégramente en arista... situada en el mismo corazón del Ruth Gorge (Alaska). Seguramente al lector de estas páginas le vendrá a la memoria un reciente reportaje sobre dos expediciones de jóvenes franceses al Bear Tooth y al Moose´s. Pues bien, en esta ocasión, los dos alpinistas estadounidenses se decantaron por la misma zona pero por una arista de ocho kilómetros que en total supone nada más y nada menos que 10.000 metros de escalada. Y a todo ello, en esos cinco días de actividad frenética, estos creadores se enfrentaron a dificultades técnicas de 5.10 R, A2+ y M5.
Sí, firmaban la primera Travesía del Tooth, concretamente entre los pasados 17 y 21 de mayo, de ese impresionante filo kilométrico que recorre el macizo del Moose´s Tooth, desde Espresso Gap hasta Ruth Gap. Un itinerario, una gran obsesión, que comenzó a gestarse en el 2009 cuando Zack Smith junto a Ozturk lo intentaron por primera vez. En el segundo intento se les unió Wilkinson, pero de nuevo la arista les rechazó. El año pasado «falló» Ozturk por culpa de un accidente de esquí. Y en este último ha sido Smith el que no les ha podido acompañar en el cierre del reto.
El propio Ozturk definía este objetivo como alpinismo de red-point (encadenamiento): «¿Hacia dónde va el alpinismo? ¿Qué hace avanzar a este deporte? Ciertamente la escalada de exploración siempre va a ser significativa, pero por la disminución de nuevos proyectos, los encadenamientos son un desafío obvio». Lo que está claro es que, como afirma Wilkinson, este encadenamiento es muy exigente: «Nos llevó 5 días y mucho cavar para cruzar este increíble skyline. Una de las aventuras montañeras más completas que haya tenido».
Y eso lo dice uno de los alpinistas más reconocidos últimanente y considerado de los más creativos. Por recordar, Wilkinson se ha llevado el Piolet de Oro francés 2012 por la primera ascensión junto a Mark Richey y Steve Swenson del Sasser Kangri II Este (7.513 m). El que tampoco se queda atrás es su compañero de cordada en esta travesía del Tooth; y es que Ozturk se anotó el año pasado la primera ascensión del pilar central de la noroeste del Meru Central (6.310 m, Himalaya indio) por la ruta «Shark´s Fin». Lo hizo con Conrad Anker y Jimmy Chin, y, por ello, fueron nominados en el Piolet de Oro francés de esta pasada edición.
El reto de esta kilométrica skyline comenzaba con la decisión de Wilkinson de volver a casa tras el intento con Ueli Steck de escalar las tres grandes caras nortes del valle del Khumbu. No pudieron ni con la primera pared, ya que el tiempo fue bastante malo, y las condiciones de los muros, al parecer, no eran las más adecuadas. Steck se fue al Everest, y escaló el techo del mundo sin oxígeno artificial. Wilkinson, en cambio, volvió a casa, habló lo que tenía que hablar con su compañero Ozturk, unieron cabos y se dirigieron a Alaska a por su muy exigente objetivo deseado.
La Travesía del Tooth les exigió mucho a estos alpinistas, y, claro ejemplo de ello, es que apenas tuvieron tiempo de sacar fotografías. Las que Wilkinson ha mandado a GARA han sido extraídas de las imágenes de video grabadas por su compañero Ozturk. Junto a las fotografías enviadas, los dos alpinistas estadounidenses cuentan a nuestros lectores en primera persona lo que dio de sí esta sobresaliente actividad en plena temporada de escalada en Alaska.
La Travesía del Tooth
«Abandonamos el campo base en la Ruth Gorge, bajo el monte Dickey, y subimos con los esquís por el circo glacial bajo the Eye Tooth a las 6 de la mañana, el 17 de mayo. Nuestro objetivo: la travesía del macizo del Moose's Tooth, desde la brecha Cavity hasta The Gateway, cruzando por 6 importantes puntas: Sugar Tooth, Eye Tooth, Missing Tooth, Bear's Tooth, Moose's Tooth y la cima oeste del Moose's Tooth. Más o menos el 50% de este terreno ya había sido escalado previamente por otros grupos. Y el otro 50% es terreno, o bien nuevo, o bien terreno que hemos escalado nosotros en los dos intentos anteriores a este proyecto.
A primera vista, las condiciones de esta temporada estaban lejos de ser óptimas. Alaska acababa de sufrir uno de los inviernos más nivosos que se recuerdan en la historia reciente. Después, un gran ciclo de tormentas llegó durante la segunda semana de mayo, dejando otros 30 centímetros de nieve fresca en toda la cordillera. En Talkeetna, guías desanimados y rangers contaban historias de laderas con nieve hasta el pecho y subidas épicas; condiciones no exactamente ideales para recorrer los 5 kilómetros (o más) de arista que planteamos escalar. La única opción para nosotros era contrarrestar esta realidad con el optimismo incansable cuya mejor representación es la máxima de Dougal: `Si puedes llegar hasta el siguiente largo; si todavía te queda comida y gas; si nadie ha resultado herido o está enfermo...puedes continuar'.
La primera parte de la escalada, desde la brecha Cavity hasta la cima del Sugar Tooth, consiste principalmente en escalada mixta alternada con algunas largos de roca exigente y rápeles: nada desesperante, pero ciertamente también algo engañoso. La cantidad de transiciones que el terreno demandaba (de botas a crampones y pies de gato, rápeles... hasta la náusea) hacían el avance muy lento. Los 3 primeros días de escalada parábamos sobre las 6pm (bastante temprano para la escalada en Alaska), escavábamos un vivac confortable, y nos relajábamos. Al fin y al cabo, ¡estábamos de vacaciones!
El segundo día escalamos la ruta normal al Eye Tooth desde Talkeetna. Aunque los ascensionistas originales, Jeff Hollenbaugh y Steve House, le dieron a la vía un grado modesto, desde entonces ha rechazado a un buen número de intentos. En las condiciones en las que la escalamos, encontramos 8 largos más o menos de escalada mixta, seguidos por un par de cortos pero significativos largos de roca. El tercer día atravesamos una cornisa muy cargada hacia la cumbre del Bear's Tooth, cruzando una seductora y posiblemente inescalada cima que bautizamos como Missing Tooth (el diente perdido).
Al cuarto día la naturaleza de nuestra aventura cambió por completo. Se acabaron las vacaciones. Hicimos cima en el Bear's Tooth a las 9 de la mañana, rapelamos la «White Russian Route», y atravesamos el gran cambio de nieve hasta el principio de los largos técnicos del «Swamp Donkey Express», una ruta que establecimos nosotros en 2010 con Zack Smith (Nota: esta sección de la escalada es el único lugar en el que nos desviamos notablemente del filo de la arista.). El primer largo le llevó a Renan dos horas; de repente echamos de menos a Zack, que originalmente abrió la tirada. Tomé el relevo en la afilada zona final, para resolver la única verdadera sección de artificial de toda la travesía, «The Bleeder Pitch». Por encima, grietas de nieve y hielo me ralentizaron aún más. Finalmente alcanzamos la cumbre del Moose's Tooth a las 11pm.
La arista oeste del Moose's Tooth, nuestra ruta de descenso, nos atrajo, y decidimos entrar en ella de noche. Tras 6 horas, 3 largos de mixto y 3 rápeles horizontales, paramos para un refrigerio en la cima oeste mientras el sol salía por la Cordillera Este de Alaska. 6 horas después, paramos de nuevo en el hombro oeste del Tooth. Y 6 horas después, aparecíamos en el Glaciar Ruth, habiendo rapelado y destrepado un corredor raramente empleado que nos depositó sanos y salvos de nuevo en el fondo de la garganta.
Nuestro único pesar fue que nuestro gran compañero, Zack Smith, con quien habíamos compartido este sueño durante 4 años, no pudo acompañarnos en el intento final. Quitando esto, la Tooth Traverse permanece como una de las más exigentes y satisfactorias aventuras en la montaña que jamás hayamos vivido».
Esta kilométrica travesía ha sido intentada en varias ocasiones por Renan Ozturk y Freddie Wilkinson y Zack Smith. Finalmente, los dos primeros se han hecho con esta exigente arista.
Los alpinistas estadounidenses trabajaron durante 5 duras jornadas para completar este encadenamiento de 8 kilómetros y 10.000 metros de escalada.