Zarautz fue ayer una fiesta en favor de una escuela pública euskaldun e integradora, en la que quepan todos y no sobre nadie. En esta oportunidad, ese mensaje, repetido día a día por quienes se implican en ella, tuvo aún más significado ante la amenaza de recortes que se ciernen sobre los servicios públicos, especialmente sobre la educación, aunque desde el Ejecutivo de Lakua lo nieguen a las puertas de las elecciones.

Ese cruce de mensajes marcó el acto inaugural en el interior del instituto Lizardi -uno de los centros educativos que junto a los de Orokieta y Monte Albertia organizaban la fiesta de ayer-, donde se dieron cita distintos agentes educativos, entre ellos la presidenta de EHIGE Usoa Urbieta, así como diversos representantes políticos y sindicales, además de autoridades como la consejera Isabel Celaá, el diputado foral Juan Carlos Alduntzin o el alcalde zarauztarra, Juan Luis Illarramendi.

Al margen de los mensajes protocolarios de cortesía, que nunca faltan en estos actos y los llamamientos desde la comunidad educativa a que se aporten medios para fortalecer a la escuela de siempre, fue el mensaje de Celaá el que destacó, al igual que los carteles que representantes sindicales mostraron para denunciar los recortes en la red pública educativa -con el lema ``Ez hemengoak, ez Madrilgoak''-, aunque la consejera tratase de negarlo en su discurso. En el exterior, otro grupo de personas se concentró portando una pancarta en la que se leía ``Zerbitzu publikoak garatu, murrizketarik ez!''.

La titular de Educación, Universidades e Investigación insistió en que los «tijeretazos» del ministro José Ignacio Wert no tendrán efecto en los centros de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Isabel Celaá explicó que la plani- ficación del próximo curso académico que efectúa su departamento se está llevando a cabo de la misma forma que en años anteriores, manteniendo el mismo ratio de alumnos/aula y «no se va a producir ninguna reducción en las plantillas de los centros educativos», algo que no convence ni a los trabajadores ni a los padres y madres que sí perciben en el curso que está a punto de finalizar una merma en los recursos de los que disponen, materiales y humanos.

En su intervención, la consejera manifestó que los recortes impulsados por el Gobierno español son «completamente perjudiciales para la calidad del sistema educativo vasco» y reiteró que tomar este tipo de decisiones corresponde al Ejecutivo de Gasteiz.

La responsable autonómica de Educación recordó que el Estatuto de Gernika deja «completamente claro» que la CAV tiene atribuidas competencias plenas en esta materia. «La educación es la llave para construir la sociedad vasca del futuro y uno de los pilares más importantes de nuestro autogobierno y por eso vamos a defenderla con todas nuestras fuerzas», aseveró.

Tras precisar que «todas las instituciones están obligadas a buscar la máxima eficiencia de los recursos económicos a su disposición», indicó que eso es lo que ha estado haciendo el Gobierno de Lakua desde que comenzó la crisis y «así seguirá de ahora en adelante. La actual situación económica no puede servir, sin embargo, para que la Educación sea víctima de los recortes», insistió.

Herramienta «indispensable»

Por otro lado, la consejera defendió una vez más la escuela pública como herramienta «indispensable» para mantener la calidad y equidad del sistema educativo autonómico. «Es la que garantiza que todo el alumnado pueda acceder a una educación de calidad», concretó.

«La escuela pública cada vez es más fuerte, cada vez está más preparada En los últimos tres años, el número de direcciones estables en los centros educativos ha aumentado de tan solo un tercio del total a más de la mitad, en cargos que, además, se ocupan por propia voluntad y por un periodo de tres cursos», explicó en su afán por ensalzar los cambios introducidos por su Gobierno.

Celaá opinó que esa nueva situación aporta estabilidad para que los centros puedan desarrollar sus propios proyectos educativos. «También son más estables las plantillas, ya que en los últimos tres años hemos reducido en diez puntos la tasa de interinidad y más de un 80% de los profesores continúan de año en año en los colegios», declaró.

Pero al margen de los mensaje, Zarautz fue una fiesta en favor de la escuela pública vasca desde la mañana hasta bien entrada la tarde, donde la llegada de la lluvia no fue óbice para que el programa se desarrollase. Bailes, kalejira de gigantes y cabezudos, exhibiciones deportivas, escuela de surf, mucha oferta de hinchables, Txan Magoa, talleres, actuaciones teatrales, herri kirolak y mucha, mucha música con txikitilaris, txistularis y grupos como Ze Esatek!.