VUELTA A SUIZA | Segunda etapa
La batalla llegó tarde pero dejó los primeros damnificados
A.U.L.
Dos puertos de categoría especial, uno a mitad de jornada y el otro con la pancarta de meta como corona, convertían la primera etapa de la Vuelta a Suiza -218 kilómetros entre Verbania y Verbier- en una prueba del algodón en toda regla. Lo fue. No definitiva, evidentemente, aunque sí en algunos casos, pero teniendo en cuenta lo mucho que apuraron los ciclistas para empezar a cascarse, la lista de damnificados no es corta.
Empezando por Robert Gesink que, en esa batalla prevista entre Rabobank y RadioShack, fue el claro perdedor, al dejarse poco más de un minuto. Más aún en comparación con el líder enemigo, un Frank Schleck que no pudo cantar una victoria que parecía clara, pero que al menos sí marcó terreno respecto a sus rivales. Leipheimer, Cunego, Gadret... Todos perdieron tiempo frente al luxemburgués. Poquísimo en el caso de Mikel Nieve, tercero bajo la pancarta de meta, a ocho segundos de Schleck y doce del ganador y nuevo líder Rui Costa. Muchísimo en el de Igor Antón, que se dejó más de trece minutos, al entrar en el mismo grupo de otro recién reaparecido, Fabian Cancellara. Y, bastante más sorprendentemente, en el de Peter Sagan que, tras su exhibición de la víspera, ayer perdió comba en cuanto el pelotón, todavía numeroso, emprendió la ascensión a Verbier.
Hasta entonces, la jornada había estado protagonizada por la larga e infructuosa escapada de Alessandro Bazzana y Ryan Anderson. Ya neutralizados y cuando apenas restaban seis kilómetros a meta, atacó Schleck. Con fuerza suficiente para alcanzar algo más de medio minuto de ventaja y augurar un triunfo cómodo del luxemburgués. Pero por detrás hubo quien no se arredró. Como John Gadret. O como Rui Costa, que acabó atrapando al hombre de RadioShack y dando a Movistar su segunda victoria en dos días, tras la que logró Nairo Quintana la víspera en la Dauphiné. Nieve también se marchó del grupo -en el que igualmente viajaban Izagirre y Astarloza- para acabar en la tercera plaza.
El pelotón afronta hoy una jornada más tranquila, con los 194 kilómetros entre Martigny y Aarburg y dos pequeñas cotas en los últimos 25 kilómetros como única dificultad.