Los juicios políticos son una realidad que sigue muy presente en todo el país. La nueva etapa abierta por ETA el pasado mes de octubre no ha tenido efectos sobre la Audiencia Nacional española, que, salvo excepciones como la de este lunes, cuando decidió absolver a los once imputados por la creación de D3M y Askatasuna, continúa juzgando y condenando a decenas de ciudadanos vascos. Solo en Gasteiz 48 personas continúan encausadas por los tribunales de Madrid y París. Jóvenes como Jon Anda, Ainhoa Villaverde y Asier Ortiz de Guinea o veteranos como Walter Wendelin, que continúa a la espera de juicio por haber desa- rrollado su labor política en Askapena.

La primera reflexión esta marcada por la actualidad informativa. Todos ellos reciben con ilusión la absolución de los once imputados por la puesta en marcha de D3M y Askatasuna, pero muestran sus recelos ante la influencia de la sentencia en sus casos. Tal como afirma Anda -imputado por presunta vinculación a Segi-, «es difícil realizar un predicción», ya que en este momento «puede pasar cualquier cosa. Más viendo lo ocurrido la semana pasada», cuando la justicia española impuso una condena de seis años de prisión a cinco jóvenes de Iruñea.

En el mismo sentido, Wendelin advierte de que «hacer una hipótesis sobre que es lo que va a pasar en un juicio de la Audiencia Nacional es hacer muchas hipótesis». Por su parte, Villaverde, que ha conocido de primera mano las prisiones españolas, prefiere referirse a la propia incoherencia que supone la existencia del tribunal de excepción. Considera que es necesario que la ciudadanía vasca se plante ante la citada institución judicial. «Tenemos que demostrar que no aceptamos este tribunal», afirma.

Por su parte, Asier Ortiz de Guinea recuerda que los pasos dados por la sociedad vasca no encuentran una respuesta favorable ni en Madrid ni en París. «Ahora -tras el cese definitivo de la lucha armada de ETA- son los estados quienes deben dar pasos para poner fin a la legislación de excepción», señala, al tiempo que destaca que solo de este modo se podrán dar pasos hacia la resolución definitiva del conflicto. A este respecto, Villaverde -encarcelada por su supuesta vinculación a Segi- afirma que hay cuestiones, como las referidas a la situación de los presos políticos vascos, que «necesariamente» deben ser tratadas con los dirigentes españoles y franceses.

Labor de Plazara! y Eleak!

En cuanto a la labor realizada por Plazara! en Gasteiz y por Eleak en el conjunto de Euskal Herria, Anda subraya que, gracias al trabajo de los citados agentes, se ha conseguido despertar a la sociedad, y pone como ejemplo el caso de Ekaitz Samaniego. En su opinión, Plazara! consiguió movilizar a una buena parte de la ciudadanía gasteiztarra en defensa del joven bertsolari, que acabó siendo detenido al término de una emotiva manifestación y con cientos de personas como testigos directos.

Samaniego fue entonces el primer joven que buscó cobijo en la «Matrioska» solidaria, creada para salvaguardar los derechos de todas aquellas personas imputadas por motivos políticos. Ahora, seis meses después, estos cuatro vecinos de Gasteiz esperan encontrar un refugio en el vientre protector de la muñeca rusa. «Tendremos que cobijarnos en ella, porque otros no nos van a proteger», apunta Wendelin.

Este sábado a las 19.00 la «Matrioska» tomará el barrio de Judimendi, de donde está previsto que parta una marcha solidaria en defensa de los derechos civiles y políticos de todas las personas imputadas. «Es importante que la gente salga a las calles», concluye Ainhoa Villaverde.