Juanjo BASTERRA

El caso Bankia no ha cerrado su capítulo final de mala gestión financiera y económica, que no política, porque ha sido el servicio de alta colocación del PP. Sigue dando que hablar no solo porque ese banco va a ser destinatario de 23.000 millones para poder salir del agujero en que se encuentra, mientras al resto de la población se les recortan los salarios y las prestaciones sociales, sino porque todavía la sombra del PP y de Rodrigo Rato sigue siendo muy alargada, dado que el expresidente de Bankia ha dado cobijo en Caja Madrid al director financiero despedido por José Ignacio Goirigolzarri.

Hasta ayer por la mañana, Bankia, que ha generado el mayor agujero financiero de la historia en el Estado español, aceleró su desplome y había perdido el 80% del precio de salida a Bolsa. Desde que se destapó la grave situación económica, que provocó la marcha de Rato a Caja Madrid, las acciones han perdido el 63% de su valor. Pese a todas las denuncias relacionadas con los «amiguismos» en las cajas de ahorros, los escándalos siguen sucediéndose.

Rodrigo Rato, todavía presidente de Caja Madrid, ha contratado a Ildefonso Sánchez Barcoj como director general de la Obra Social de la entidad madrileña, apenas unas semanas después de ser despedido como director financiero y de riesgos de Bankia. Cobraba 1,5 millones anuales y tenía un blindaje de 4,5 millones. Este dato lo dio a conocer «El Confidencial» que adelantó que Sánchez Barcoj dispone de despacho oficial en la sede de la Obra Social de Caja Madrid. Todavía Caja Madrid es el mayor accionista del banco cotizado Bankia, hasta que sea oficial el canje de participaciones preferentes del Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB) por valor de 4.600 millones.

Cuando el Ministerio español de Economía dé el visto bueno a esa operación, la entidad presidida por Rato se quedará con una participación minúscula en el Banco Financiero de Ahorros (BFA), la matriz, y por tanto en Bankia. Esas fuentes remarcaron que se espera que se produzca en la próxima semana, justo antes de la celebración de la junta general de Bankia, prevista para el 29 de junio en Valencia.

Lista de pagos a miembros del PP

Bankia no tiene capacidad para solventar esta disfunción, ya que la gestión de Caja Madrid sigue en manos de Rodrigo Rato, y es la comunidad autonómica de Madrid el accionista principal. Esa comunidad está presidida por Esperanza Aguirre, del PP, que le debe «bastantes favores» al ex vicepresidente segundo de Economía y ex director gerente del FMI, porque mientras estuvo al frente de Bankia, aunque la haya echado a pique, colocó en su estructura a «medio PP».

Así, hay 16 altos responsables directos o indirectos del partido de Mariano Rajoy que han entrado «a dedo». Distintos analistas, destacan que por este motivo no se produce una investigación más profunda sobre los escándalos de Bankia. Así, en la lista de «elegidos del PP» se encuentran Santiago Alarcó Canosa; Claudio Aguirre Pemás, primo de Esperanza Aguirre; Juan Chozas Pedrero, ex secretario de Empleo con Aznar y colaborador de FAES; Jesús Pedroche Nieto, expresidente de la Asamblea de Madrid; Ricardo Romero de Tejada, ex secretario general del PP en Madrid, Mayte Jiménez, esposa de Salvador Victoria, consejero de Asuntos Sociales del Gobierno de Aguirre; Nieves Alarcón Castellanos, esposa del ex secretario general del PP madrileño, Francisco Granados y actual senador; Angel Acebes, conocido por ser ex ministro del Interior, también ahora es miembro del consejo de Iberdrola; Manuel Lamela, exconsejero de Sanidad y de Transportes de Esperanza Aguirre; Carmen Cavero Estre, cuñada de Ignacio González, vicepresidente del Gobierno de Aguirre; Mercedes de La Merced, exeurodiputada y exteniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid; Estanislao Rodríguez-Ponga, exsecretario de Hacienda con Rato; José Manuel Fernández Norniella, expresidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio; Mercedes Rojo Izquierdo, exasesora de la presidenta de Madrid; Maria Zaplana Barceló, hija de Eduardo Zaplana; y Elena Pisonero, exjefa del gabinete de Rato.

En el otro extremo, se encuentran CCOO y UGT. Porque Bankia se creó bajo un SIP que englobaron a Caja Madrid y Bancaja, entre otras pequeñas entidades. En total se integraron siete cajas. Las dos centrales sindicales pactaron los órganos de gobierno y, por otro lado, dieron el visto bueno a la destrucción de 4.000 empleos.