GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

crisis en la eurozona

Europa aclara a Rajoy que no habrá ayuda directa a la banca

El G20 pide al Gobierno español claridad sobre los detalles de un rescate que no atempera la presión, centrada también en la deuda a corto plazo, que se colocó a más del 5%, el nivel más alto desde la creación del euro.

GARA | LOS CABOS (MÉXICO)

«España es el primer caso que se presenta y no hay muchas opciones. Pero trataremos de poner en la mesa medidas que permitan flexibilizar la ayuda», dijo un alto funcionario de la UE en la cumbre del G-20.

Una de las posibilidades que hay sobre la mesa, dijo la misma fuente, es alargar el plazo del préstamo que se concederá para la banca y poner unos intereses muy bajos para que el impacto en el aumento de la deuda se diluya.

La UE también apuesta por que la cantidad prestada no sea considerada como una deuda «preferente», ya que ello implicaría que el Estado debería atender su pago antes que el resto de la deuda pública que coloca en los mercados. Para ello, los recursos deberían proceder del Fondo Europeo de Estabilidad (FEEF), porque no tienen esta condición de preferencia.

Sin embargo, si los fondos procedieran del MEDE (el Mecanismo Europeo de Estabilidad), que aún no está en marcha a falta de que lo ratifiquen los parlamentos de algunos Estados, sí tendría este carácter de deuda senior. En cualquier caso, dijeron las mismas fuentes, es necesario buscar una vía que «reduzca al máximo» este efecto de «contaminación» entre la ayuda a la banca y la deuda soberana.

Reacciones negativas

Desde que el Estado español y el Eurogrupo anunciaron hace diez días un pacto para recapitalizar la banca con hasta 100.000 millones de euros, los mercados han sometido a una gran presión a la deuda española, que ha alcanzado rentabilidades históricas en el mercado secundario.

La ayuda que recibirá la banca española se inyectaría a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), de titularidad pública, porque el Fondo Europeo de Estabilidad no permite la ayuda directa a la banca sino a través de los Estados.

Este mecanismo, en cualquier caso, ha generado algunas reacciones negativas en la cumbre del G20, ante la evidencia de que la ayuda a la banca impactará negativamente en la deuda soberana y originará el castigo de los mercados.

Así lo puso de manifiesto este lunes el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, quien manifestó que una vez que el Estado español pida la ayuda habrá que abrir una negociación para buscar un mecanismo que permita que la ayuda «no contamine a la deuda soberana española».

Mariano Rajoy insiste

Por su parte y según filtraciones desde Moncloa, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, aprovechó el plenario del G-20 para mostrar su descontento por el sistema ideado para la ayuda, que considera «tremendamente dañino» porque vincula el riesgo bancario al riesgo soberano, algo que no concuerda con su tremendo optimismo cuando hizo público en Madrid el anuncio de la confirmación de la ayuda.

El Ejecutivo español negoció durante semanas la posibilidad de que la ayuda se concediera directamente a la banca, pero no fue posible por la oposición de algunos países, capitaneados por Alemania.

Ayer mismo, la canciller alemana, Angela Merkel, aseguró que en la cumbre que el G-20 pidió a España «claridad» sobre los términos en que recibirá la ayuda para recapitalizar la banca, para la que se calculan unas necesidades de capital de más de 40.000 millones.

Por su parte, el portavoz de Asuntos Económicos de la Comisión Europea, Amadeu Altafaj, declaró que «la posibilidad que defendió España de recapitalizar directamente a la banca no es algo que pueda imaginarse a corto plazo».

Altafaj recordó que esa discusión ya tuvo lugar recientemente en Bruselas y que la CE se mostró a favor de permitir cierta flexibilidad, pero añadió que nunca se llegó a un acuerdo.

El portavoz añadió que lo primero ahora es completar la ratificación del tratado del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para que pueda entrar en vigor el próximo 9 de julio. Reiteró, asimismo, que la recapitalización directa de entidades no está contemplada en el tratado actual del MEDE, por lo que habrá que trabajar con lo que hay sobre la mesa y pensar en su ratificación antes que en su modificación.

Altafaj reconoció que el artículo 19 de ese tratado permite al Consejo de Gobernadores del MEDE «revisar la lista de instrumentos de asistencia financiera», así como decidir la introducción de cambios en la misma. La recapitalización directa tampoco está contemplada en el actual fondo de rescate, el FEEF. Fuentes europeas aseguraron ayer que «hay muchos países miembros con una fuerte preferencia» de que se utilice el MEDE, que tendría preferencia de cobro frente a otros inversores. «Sea cual sea el mecanismo que se elija, se hará con una condicionalidad estricta para el sector bancario», tanto en un nivel de entidades individuales, como para todo el sector, señalaron.

La ayuda de hasta 100.000 millones de euros a la banca española por parte de la eurozona será uno de los principales temas de la reunión de ministros de Finanzas del Eurogrupo que se celebrará mañana en Luxemburgo. El Eurogrupo espera que el Gobierno español presente la solicitud «técnica» para el préstamo, pero según fuentes europeas mañana las conversaciones se centrarán en recomendaciones políticas para la estructura del programa y los condicionantes del memorando de entendimiento.

Obama y los europeos

El presidente de EEUU, Barack Obama, se reunió ayer con los dirigentes de los Estados español y francés, Alemania, Italia, Gran Bretaña, el Consejo Europeo y la Comisión, en el marco de la cumbre del G-20, para analizar la crisis de la zona euro, informaron fuentes del Ejecutivo español. La reunión se iba a celebrar el lunes a última hora, pero se retrasó la agenda y los gobernantes decidieron posponer el encuentro.

Participaron en la reunión, además de Obama, el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy; la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente francés, François Hollande; los primeros ministros de Italia, Mario Monti; y de Gran Bretaña, David Cameron; y los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy; y de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.

Según informaron fuentes de la UE, Obama se mostró comprensivo con la situación que atraviesa la eurozona, y respaldó las medidas adoptadas hasta el momento en la zona euro, esperanzado en que den resultados. El presidente estadounidense ya se reunió la víspera con Merkel, y, según el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, salió animado tras hablar sobre la «importancia de tomar medidas para promover la estabilidad financiera y aumentar la integración europea».

G-20 alternativo

Con motivo de la cumbre del G-20, desde el pasado domingo el boulevard de Donostia está siendo sede de charlas, mesas redondas talleres y vídeos, entre otras actividades, enfocadas a impulsar un modelo social alternativo.

bildu

Bildu ha presentado una interpelación al diputado general de Araba, Javier de Andrés (PP), para que explique las consecuencias que el rescate europeo puede tener sobre la autonomía fiscal y la recaudación en este herrialde.

El Ministerio de Economía niega retrasos en las auditorías

El Ministerio de Economía negó ayer que las auditorías a la banca vayan a retrasarse y aseguró que el examen de los balances de las entidades terminará en julio, tal y como estaba previsto. En la auditoría trabajan el Banco de España, Ministerio de Economía, FMI, BCE y los bancos centrales del Estado francés y Holanda. GARA

consultoras

Mañana jueves el Gobierno español hará públicos los datos de la evaluación de las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger sobre las necesidades de capital de los bancos.

España coloca sus letras al interés más alto desde la creación del euro

El Tesoro Público español colocó ayer con comodidad y una gran aceptación por parte de las entidades 3.039 millones de euros en letras a 12 y 18 meses, pero se vio obligado a aplicarles intereses marginales superiores al 5%, los más altos desde la creación del euro. En letras a doce meses colocó 2.400,51 millones de euros con una rentabilidad del 5,2%, el 67% más de lo que se pagó en mayo, y el mismo al que adjudicaron letras a un año en noviembre, cuando tuvo que elevarlos al nivel más alto desde 2000.

A dieciocho meses adjudicaron 639,28 millones de euros con un interés marginal del 5,35 %, una subida del 57 % desde la emisión del mes pasado y el interés más alto desde 1997. No obstante, según señaló el Ministerio de Economía en una nota, se trata de niveles por debajo de la cotización actual de mercado de esos títulos.

Ni la victoria en las elecciones griegas de los partidos más moderados y partidarios de la permanencia del país en la zona del euro ni la ampliación a 456.000 millones de dólares (361.000 millones de euros) del «cortafuegos anticrisis» del Fondo Monetario Internacional (FMI) aliviaron la presión sobre el Estado español o apaciguaron unos mercados inquietos por el futuro de la moneda única europea.

Sin embargo, una vez cerrada la puja, el sobrecoste que los inversores exigen por la compra de deuda soberana española frente a la alemana se moderaba ligeramente y, tras alcanzar en las sesiones precedentes máximos históricos por encima de 580 puntos básicos, caía a 560.

El rendimiento del bono español a diez años en el mercado secundario de deuda, cuyo diferencial con el alemán del mismo plazo mide la prima de riesgo, caía al 7,03% tras haber alcanzado el 7,21%. En un contexto de máxima tensión en el mercado de deuda soberana, el Estado español encontró respaldo iversor, ya que las entidades solicitaron más de 8.000 millones de euros. De este modo, según el Ministerio de Economía, los ratios de cobertura o proporción entre la demanda y el importe finalmente adjudicado fueron de 2,16 veces para las letras a un año y de 4,42 para las letras a un año y medio.

El Tesoro mantiene, según el Ministerio, una estrategia prudente en sus emisiones de deuda, ya que ha captado el 58,8% de la previsión de emisión para todo el año a medio y largo plazo (85.900 millones de euros). El coste medio de emisión de la deuda a 31 de mayo de 2012 es del 3,09%, añade la misma fuente, frente al 3,90% a diciembre de 2011.

La subasta de ayer, que sobrepasó ligeramente el objetivo inicial -entre 2.000 y 3.000 millones de euros-, fue la primera tras la rebaja de tres escalones aplicada por la agencia de medición de riesgos Moody's a al Estado español y tras confirmarse la puesta en marcha de una línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros para sanear la banca.

Según el equipo de estrategia de Self Bank, entre los factores que minan la confianza en el Estado español figura el hecho de que las ayudas a la banca computen como deuda para el país y perjudiquen la credibilidad que ofrece el Estado español para hacer frente a sus necesidades de financiación. GARA

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo