Cameron tercia en los planes de Hollande para aumentar los impuestos a los ricos
GARA |
El primer ministro británico, David Cameron, afirmó ayer estar dispuesto a extender la «alfombra roja» para las empresas que eludirán el pago de impuestos en el Estado francés, lo que provocó la respuesta irónica del ministro galo de Trabajo, Michel Sapin, quien manifestó que esa alfombra podría «empaparse».
Cameron criticó el proyecto del presidente francés, François Hollande, de subir al 75% los impuestos a los contribuyentes más ricos, con rentas superiores al millón de euros, tal y como anunció en campaña. Una medida que podría ir acompañada de límites a los impuestos directos para los afectados.
«Cuando Francia establezca una tasa del 75% para el tramo superior del impuesto sobre la renta, desenrollaremos la alfombra roja y acogeremos más empresas francesas, que pagarán sus impuestos en el Reino Unido», declaró Cameron, que añadió que «eso pagará nuestros servicios y escuelas».
El primer ministro británico, que recordó que Londres, por el contrario, había bajado la imposición de las rentas más altas en Gran Bretaña, hizo estas declaraciones en una reunión de empresarios al margen de la cumbre del G20 en Los Cabos, México.
Inmediatamente fue respondido por Sapin, quien irónicamente indicó que «no sé cómo se hace para desenrollar una alfombra roja a través» del canal de La Mancha, «corre peligro de empaparse». «Creo que es una declaración que se le escapó», añadió el ministro francés.
El titular de Asuntos Europeos, Bernard Cazeneuve, dijo confiar en el patriotismo de los empresarios franceses y aseguró que entre las medidas que adoptará el Gobierno hay algunas que favorecerán la inversión e incitarán a las empresas a quedarse en el Estado francés. El secretario general del PCF, Pierre Laurent, sostuvo que «es triste cómo Gran Bretaña ambiciona convertirse en el paraíso fiscal de Europa».
Tasa del 3%
Por otro lado, París ha decidido crear un nuevo impuesto del 3% sobre los dividendos que paguen las empresas a los accionistas, que será pagado por las compañías, con el doble objetivo de compensar la pérdida de otra tasa empresarial y fomentar la inversión en lugar de la distribución de los beneficios. Se espera que la nueva tasa, que no afectará a las empresas de menos de 250 trabajadores, entre en vigor en verano.
El Gobierno francés espera recaudar 300 millones de euros en lo que resta de este año y 800 millones de euros anuales a partir de 2012.