«¿Dónde está el dinero de Bruselas? Aquí no han llegado las ayudas»
Los mineros de Asturias y León están a punto de cumplir un mes de huelga sin que el Gobierno español revoque su decisión de eliminar el 63% de las ayudas al sector. En medio de la falta de expectativas, exigen saber qué ocurrió con las ayudas procedentes de Europa y destinadas a revitalizar la zona. Ayer, decenas de trabajadores se enfrentaron con la Guardia Civil en Ciñera (León). Tras hora y media, los agentes se replegaron sin poder retirar las barricadas.
Alberto PRADILLA |
«Desde 1996, Europa lleva subvencionando los planes Miner. ¿Dónde está el dinero de Bruselas? Aquí no han llegado las ayudas. Si no luchamos, todos los jóvenes se verán en la calle este mismo año». Enfundado en un mono azul y todavía acalorado tras casi dos horas de enfrentamientos con la Guardia Civil, Abel (nombre ficticio) no se quita el nervio del cuerpo. Junto a otros cinco compañeros, se refugia en un pequeño parque de Ciñera, una pequeña localidad de León donde ayer se registraron los incidentes más duros de la vigesimotercera jornada de huelga minera en el Estado español. Abel, («no quiero dar mi nombre, no quiero publicidad, eso lo haría si fuese un político») nacido en el pueblo, con toda una vida de pozo a sus espaldas y prejubilado desde hace seis años, apela al «orgullo minero» como receta para revocar la decisión del Gobierno español de recortar en un 63% las subvenciones al carbón.
«Dicen que somos terroristas. ¡Estamos peleando por nuestro pan!» Ante la perspectiva de que los pozos terminen clausurados a finales de este año, los mineros buscan una salida en la negociación. Pero no creen en las palabras conciliadoras que les llegan desde la Administración. Ciñera, un pequeño municipio en el que apenas residen un millar de personas, depende completamente de la mina de Hullera Vasco Leonesa, que da trabajo al doble de personas que habitantes tiene la localidad. Al margen de los pozos, un pequeño polígono, desaprovechado según los vecinos, constituye la única opción de empleo.
Dinero para empresarios
La pregunta es por qué se ha llegado a esta situación. «Se han incumplido todas las condiciones, sin embargo, las ayudas han seguido llegando. Como se reparten desde Valladolid, no han tenido repercusión en la zona», explica Juan Carlos, Zapa, miembro de Izquierda Unida. Se supone que las subvenciones, muchas de ellas procedentes de Europa, deberían de haber reflotado el tejido industrial. Sin embargo, esto nunca ocurrió.
«No vino ninguna empresa, y los fondos solo sirvieron para que pequeños talleres que ya estaban en el pueblo se trasladasen de lugar», asegura. Además, también están las ayudas directas a empresarios. «Se acordó que por cada nueve prejubilaciones se garantizarían cuatro nuevos contratos. Nunca ocurrió», denuncia. Realizar una auditoría para saber qué ocurrió con los fondos europeos y quién se benefició de ellos constituye una de las reivindicaciones de las organizaciones de izquierdas.
Recordar Sabero y Cistirna
Son las 11.30 horas y la carretera que bordea el municipio ya está atravesada por al menos siete barricadas. Los trabajadores han cruzado los quitamiedos, reforzando las barricadas con troncos y matorrales para prenderles fuego. Ante la falta de perspectivas, hay dos nombres que se repiten incesantemente entre las conversaciones de los mineros: Sabero y Cistirna. Ambos municipios leoneses sufrieron hace 25 años un proceso de reconversión industrial que, tal y como denuncia «Zapa», se redujo a un «desmantelamiento» de la minería sin generar ningún recurso. «¿Dónde están las fábricas que iban a desarrollar?» se pregunta Iñaki, un minero embozado que recomienda darse un paseo por estas dos «localidades fantasma» para comprobar las consecuencias de la clausura.
Cuando toca hablar sobre el futuro, los discursos no varían en las minas de Asturias o de León. «No estamos pidiendo un aumento de sueldo, ni mejoras en nuestras condiciones. Lo único que exigimos es que cumplan con lo pactado», señala Iñaki. Junto a él, otro compañero, que también prefiere no ser identificado, lamenta que «sin empleo y sin opciones, no quedará otra que emigrar». En su caso, la minería es algo que le ha acompañado durante las últimas tres generaciones.
«Mi abuelo, mi padre y mis tíos trabajaron el carbón», señala. Aunque esto no le impide reconocer que todos sabían que esto llegaría a su fin, teniendo en cuenta que el Plan General de la Minería ya había puesto fecha de caducidad para los pozos en 2018. De hecho, esta es una certeza que sobrevolaba desde 1996. Pero, nuevamente, aparece el gran interrogante sobre qué uso se dio a los fondos europeos.
Casi un mes de huelga
Ayer, los mineros miraban de reojo dos puntos alejados de sus centros de trabajo pero en los que se estaba definiendo su futuro inmediato. En primer lugar, la votación de los Presupuestos Generales del Estado en el Senado español. En segundo, una reunión de los sindicatos para definir las próximas movilizaciones. Las minas se acercan ya a cumplir un mes de huelga y el diálogo con el Ejecutivo parece algo lejano.
En este contexto, los cortes de carretera se sucedieron, nuevamente, en toda la cuenca minera. Aunque los incidentes de mayor envergadura tuvieron lugar en Ciñera. Al contrario de lo ocurrido 24 horas antes, la Guardia Civil sí que acudió para intentar levantar las barricadas. Para las 12.00, la carretera que bordea el municipio llevaba más de una hora cortada. También la vía férrea, lo que había logrado bloquear algunas comunicaciones. Los minutos previos a la irrupción de los antidisturbios, por el puente que lleva al interior del municipio confluyen mineros encapuchados, extrabajadores y vecinos preocupados. La grave situación económica centra la conversación. Hasta que los rumores de una inminente carga ponen en tensión al medio millar de personas que ocupa la carretera.
Hora y media de cargas
«¡Se están acercando!» Un aviso y cada cual toma el puesto que le corresponde. En la retaguardia, muchos de los habitantes corean gritos en favor de la minería. En las primeras barricadas, las que llegan hasta un túnel por el que tienen que pasar obligatoriamente los uniformados, un grupo espera para lanzar la primera ráfaga de «voladores». En pocos minutos, las calles exteriores de Ciñera y la carretera se convierten en el escenario de una batalla entre guardias civiles y trabajadores.
Las calles del municipio, con recovecos para cobijarse, y el apoyo vecinal, suponen una ventaja importante para los mineros. Una hora y media después, los antidisturbios terminan abandonando los accesos perseguidos por unos mineros que han dejado atrás los cohetes para centrarse en las piedras, que recogen de las vías del tren. Es la segunda vez en este mes que la Guardia Civil no logra penetrar en Ciñera. En medio de la euforia, los habitantes que se habían refugiado en sus casas salen con las pruebas de la carga: pelotas de goma y botes de humo que han provocado daños en fachadas y ventanas.
«Hay que esperar a ver si entran en razón, pero nosotros estamos dispuestos a todo», argumenta uno de los mineros tras la refriega. Por el momento, no hay perspectivas que permitan vislumbrar el acuerdo.
Amaiur y LAB, a través de sendas notas, se solidarizaron con la lucha de los mineros asturianos y leoneses e instaron al Gobierno español a sentarse con los representantes de los trabajadores con el objetivo de «garantizar la viabilidad del sector». Por una parte, el sindicato abertzale alertó que la decisión del ministro de Industria, José Manuel Soria, de recortar las ayudas al sector «pone en peligro el puestos de cerca de 30.000 personas». Además, recuerda que el Ejecutivo del PP «va a destinar 23.000 millones de euros
para dárselos sin contraprestación alguna solo a Bankia, y 100.000 millones al
conjunto de la Banca del Estado español». Una actitud que se contrapone con la falta de «voluntad política de invertir 400 millones de euros en un sector estratégico como es la minería», según denunció la central. Finalmente, LAB censuró la campaña represiva lanzada por Policía española y Guardia Civil.
En la misma línea, Amaiur también expresó su solidaridad, así como su «apoyo y compromiso para ayudar a visualizar su lucha». Desde la coalición independentista vasca se instó al Gobierno español a dialogar con los trabajadores y se rechazaron las cargas protagonizadas por los antidisturbios durante las protestas. GARA
Las maniobras de un retén de militares españoles realizadas ayer en la cuenca minera asturiana provocaron el enfado de los vecinos, que calificaron de «provocación» los ejercicios.
Decenas de mujeres de mineros acudieron ayer al Senado para protestar contra el recorte a las ayudas al carbón en el marco de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Las mujeres fueron finalmente desalojadas.
Ningún senador del PP rompió la disciplina de voto y todos rechazaron la primera de las siete enmiendas en defensa de las ayudas al sector del carbón presentadas por el PSOE al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado.