INGLATERRA 1

UCRANIA 0

Cuestión de detalles. Así es el fútbol cuando se juega a tan alto nivel. Un error garrafal del portero ucraniano, Andriy Pyatov, y otro no menos importante del asistente que estaba en línea de gol inclinaron la balanza del lado inglés. El primero fue aprovechado por el reaparecido Wayne Rooney, siempre con la caña preparada, y el segundo impidió un empate local, cuyas consecuencias pudieron ser determinantes para el devenir del encuentro.

Sea como fuere, la victoria permite a los pros pasar invictos y como primeros de grupo -no lo conseguían desde la edición de 1996, de la que fueron anfitriones-, cruzándose en cuartos con Italia y teniendo un día más de descanso. En el lado de la derrota, Ucrania, que comenzó de manera magnífica el campeonato, se ha ido desinflando e imita el camino de la eliminación que ya emprendiera la otra organizadora, Polonia.

Pese a ello, los locales, conscientes de que solo les valía la victoria, no le perdieron la cara en ningún momento al choque, exponiendo mucho más desde el principio, mientras Inglaterra se cerraba atrás y salía a la contra. Una táctica la de los británicos que a la postre les salió bien, pero que les pudo complicar mucho la vida si los sucesivos disparos del primer tiempo de los ucranianos hubiesen encontrado portería.

En cualquier caso, el miedo en el cuerpo a la parroquia local ya se lo habían metido los dos protagonistas de la jugada clave del envite. Pyatov casi se tragó un saque de falta de Gerrard (m.21) y Rooney falló incomprensiblemente un remate de cabeza cuando estaba solo (m.27). Ambos volvieron a repetir, pero con diferente fortuna, apenas iniciada la segunda parte.

Otra vez Gerrard, esta vez centrando desde la derecha un balón que rozó en varios jugadores y acabó en las blandas manos del guardameta ucraniano. Pyatov no consiguió blocar ni despejar y la pelota acabó en la testa del siempre oportunista delantero del ManU, quien esta vez no erró. Un auténtico mazazo para las aspiraciones de los aficionados ucranianos.

Pero los hinchas locales aún tuvieron más razones para su enfado. Llegó el minuto 61 y una preciosa jugada que trenzaron Milevskiy -pareció salir en posición antirreglamentaria- y Devic acabó con el recorte dentro del área y el posterior disparo de este, que golpeó en el cuerpo de Hart, pese a lo que el balón siguió camino de las redes, sacándolo Terry cuando ya había traspasado la línea de gol.

Oleg Blokhin buscó acelerar la reacción, pero ninguno de sus cambios dio el fruto apetecido y los ingleses acabaron llevando el encuentro a su terreno y dominando la situación.