Imanol INTZIARTE

Se trata de una iniciativa conjunta entre Albaola Itsas Kultur Erakundea y la irlandesa Causeway Coast Maritime Heritage Society. El presidente de la entidad vasca, Xabier Agote, explicó ayer los pormenores y los motivos que les han llevado a embarcarse en esta singladura. Lo hizo a bordo de la «Arditurri», una de las dos naves que se emplearán -la otra tiene el nombre de «Ameriketatik»- y que se halla actualmente varada en Ondartxo, museo del patrimonio naval sito en Pasai San Pedro.

Albaola nació en 1997 con el objetivo de recuperar y mantener vivas antiguas naves y formas de navegación. Unos años después, apunta Agote, sus integrantes coincidieron con una asociación similar del norte de Irlanda, pero que iba un paso más allá. Causeway Coast Maritime Heritage Society «está formado por católicos y protestantes; muchos han tenido duras experiencia personales y quieren ser un modelo de convivencia» en un territorio que ha sufrido un largo conflicto. El fin, construir embarcaciones siguiendo planos antiguos y navegar con ellas, se convertía en un medio.

En el año 2003, Causeway organizó una travesía de seis semanas para circunvalar la isla de Irlanda en apoyo al proceso de paz. «Nos invitaron y realizamos el viaje a remo y a vela en dos embarcaciones tradicionales, réplicas de naves de pesca del siglo XIX. Suelen organizar navegaciones duras en las que la buena convivencia es fundamental», subraya el presidente de Albaola.

«La de 2003 fue muy exigente. Todos los días hacíamos escala en el puerto más cercano y teníamos la oportunidad de conocer a la gente local. Desde Causeway entendían que si ellos podían convivir en esas difíciles condiciones, el resto podría hacerlo en tierra. Interiorizamos el concepto», añade. Aquel viaje tuvo amplia repercusión social e institucional, e incluso sus participantes fueron recibidos por la entonces presidenta de la República de Irlanda, Mary McAleese.

Dos tripulantes para una narración

Nueve años después, la cita se repetirá, pero esta vez en la costa vasca. Los motivos son idénticos, apoyar un proceso de paz y reconciliación, si bien el recorrido será mucho más corto. El objetivo es unir el Museo de la Paz de Gernika -se cumple el 75 aniversario del bombardeo- con la Casa de la Paz de Aiete, en Donostia. Partirán el martes 3 de julio desde la villa foral, donde visitarán la Casa de Juntas y serán recibidos por el alcalde, para llegar dos días más tarde a la capital guipuzcoana. Desde el puerto donostiarra se llevará a cabo una kalejira hasta Aiete, donde tendrá lugar el acto final.

Dos embarcaciones, con tripulantes vascos e irlandeses entremezclados, volverán a echarse al agua «remando todos juntos en la misma dirección, una metáfora que usan mucho los políticos». Para dar fe del viaje han enrolado a los bertsolaris Andoni Egaña y Amets Arzallus, que ofrecerán sendas actuaciones en los puertos de salida y llegada.

No obstante, el viaje arrancará el 30 de junio, ya que hay que llevar las embarcaciones desde su puerto habitual de Pasaia. La primera jornada les llevará hasta Mutriku, y de ahí a Bermeo, para remontar el estuario de Urdaibai aprovechando la marea. En el retorno, la primera escala será Mundaka y la segunda, Getaria.

El tejo junto al roble

Esta no será la primera ocasión en la que Albaola Itsas Kultur Erakundea ejerza de anfitriona de los remeros irlandeses. En el año 2005 ya se celebró una travesía por la costa vasca, en este caso para reivindicar el medio ambiente y la biodiversidad. «En aquel viaje plantaron un tejo en Gernika y quieren ver cómo ha crecido. Además, van a plantar otro tejo en los jardines de Aiete», indica Agote. El tejo es un árbol con fuertes raíces en la mitología celta y ha sido utilizado, por ejemplo, como punto de reunión en respuesta al sonido de una campana, de manera similar al roble en Euskal Herria.

La iniciativa «Arraunean konponbidean» aspira a ser una modesta gota de agua en el «esperanzador proceso» que vive Euskal Herria y que, en palabras del presidente de Albaola, no sólo incumbe a los políticos, sino que los ciudadanos pueden sumarse al mismo desde «dinámicas apolíticas, con la intención sincera de reivindicar la paz. No tenemos ninguna pretensión más que hacer un guiño al proceso de paz desde una perspectiva ciudadana».