Sergio Fernández vuelve a casa. El defensa central asturiano se despidió ayer de Osasuna, donde ha permanecido tres temporadas y media. Se va con pena porque como el mismo reconoció se ha sentido como en casa y ayer todo fueron buenas palabras. «No voy a seguir jugando en Osasuna. Ha sido una sorpresa para todos, porque al terminar la temporada todos nos dábamos por renovados, pero, tras varias reuniones donde ha habido diferencias, no hemos llegado a un acuerdo», explicó.

Sin embargo, el defensa quiso destacar más que su marcha, sus tres años y medio en la entidad rojilla: «Han sido espectaculares y maravillosos; he disfrutado como nunca. Me he llevado una sorpresa con todo lo que es Osasuna; equipo, club y afición. Tenía una idea totalmente equivocada del club y toda palabra de agradecimiento es poca. Osasuna, con sus escasos medios, es mucho más grande que otros clubes. Me han tratado de una forma increíble y por eso la despedida es más dolorosa. Ahora solo puedo desear lo mejor a los rojos».

Volviendo a su no continuidad dejó claro que «Osasuna mira por su bien y a mí me ha surgido otra oportunidad. Jamás diré una sola palabra que deje entrever que no he estado a gusto. Al contrario, he estado increíble. Ángel Martín González, que ha sido con quien he estado hablando, es una persona maravillosa y se ha portado genial».

Un orgullo

No quiso quedarse con un momento concreto, pero sí con más cosas que dijo en la rueda de prensa: «He estado en un sitio donde he sido competitivo; en un club en el que con su humildad, sencillez y con su afición se mantiene año tras año. Para mí ha sido un orgullo vestir esta camiseta y jugar como local ante una afición que muchos equipos querrían tener».

A sus 35 años, regresará 13 después al conjunto gijonés tras pasar también por Celta y Zaragoza. «Entre las diferencias que ha habido con Osasuna, y que el Sporting siempre ha querido que regresara, se ha juntado todo», explicó el avilesino, amigo de su nuevo entrenador y de los responsables deportivos.

Sergio reconoció que esto «me permite seguir jugando al fútbol y se trata de intentar devolver al Sporting a la máxima categoría. Es una manera de volver a motivarme para jugar un año más y sería un broche de oro poder terminar mi carrera dejando al equipo de mi tierra en la división de oro», añadió.

Sergio reúne los requisitos que pide el cuerpo técnico como el ser un hombre de experiencia y que cueste poco su fichaje o que como es el caso llegue con la carta de libertad a lo que se añade que ya conoce el club y se formó en la Escuela de Mareo.