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CRISIS FINANCIERA en la eurozona | Crónica> Conferencia de Vicenç navarro

El fin del endeudamiento no requiere de nuevos tijeretazos

Con claridad y a través de datos concretos, Vicenç Navarro describió ayer en Donostia el camino a seguir para atajar la actual crisis económica, fundamentalmente, a través de una política fiscal que termine con las desigualdades. Así, rompió los mitos que quieren hacer creer que la austeridad es la única vía contra una crisis que, desde luego, no ha generado la ciudadanía.

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Iraia OIARZABAL

Durante cincuenta minutos, el auditorio del Centro Carlos Santamaría de Donostia, en el campus de la UPV-EHU, estuvo en absoluto silencio escuchando con atención lo que Vicenç Navarro, Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, tenía que decir sobre la crisis que padece la economía. No se trató de una charla más, pues Navarro dio unas explicaciones muy concisas sobre cuáles son verdaderamente las recetas para superar esta crisis, sin que éstas ahonden más en la pobreza de los ciudadanos. El punto de partida se basó en la idea de que austeridad y crecimiento no son compatibles.

A la cola de la UE

Navarro defendió que el origen de la crisis en países como Grecia, Portugal o el Estado español está directamente relacionado con el carácter que históricamente han tenido sus gobiernos. En concreto, señaló que el dominio que durante años han tenido las fuerzas ultraconservadores afecta al Estado del Bienestar y para ello, expuso una serie de indicadores.

Recetas concretas

Navarro puso sobre la mesa soluciones concretas para terminar con el problema del endeudamiento, que dicho sea de paso, aclaró que no es consecuencia del gasto en el sector público sino de la burbuja inmobiliaria y el rescate bancario. Por tanto, hizo un llamamiento a no dejarse engañar por el farol de que el fin del endeudamiento requiere, sí o sí, de nuevos tijeretazos.

De hecho, demostró que existen otras vías de ahorro totalmente opuestas a las impuestas por los gobiernos de PP y PSOE. Por ejemplo, los 1.200 millones de euros que se ahorraron con la congelación de pensiones se quedan cortos con los 2.100 que podían haberse ahorrado manteniendo el Impuesto de Patrimonio. Un tributo que afecta a las clases más altas.

También podían haberse evitado los recortes en Sanidad, con los que se pretendía ahorrar alrededor de 6.000 euros. Hubiera bastado con anular la bajada del Impuesto de Sociedades a las grandes empresas, que representan solo el 0,12% de las empresas del Estado español. Esta medida supondría un ahorro de 5.300 millones de euros.

Otra opción hubiera sido eliminar el subsidio a la Iglesia, equivalente a 650 millones de euros. Cincuenta millones menos de lo ahorrado recortando las ayudas a la dependencia.

El mensaje final de Navarro fue claro. Existen otros modos de entender la economía que parten de una base que no contempla desigualdades, y el cooperativismo es, en su opinión, la manera más justa distribuir la riqueza. Por tanto, llamó a «espabilar» antes de caer en el «suicidio económico».

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