El PSE anunció ayer la dimisión de sus dos vocales en el consejo de administración del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK), Denis Itxaso, concejal donostiarra; y Arcadio Benítez, edil en Eibar y presidente de la Mancomunidad de Debabarrena. El propio Benítez y Mikel Serrano, alcalde de Zumarraga, continuarán como miembros de la asamblea de GHK.

«No podemos seguir en el órgano de gestión de una sociedad que es un buque a la deriva cargado de deudas», denunció Itxaso. Aseguró que el Consorcio va a tener que afrontar «pérdidas acumuladas» de 1,6 millones por el crédito solicitado al Banco Europeo de Inversiones para construir la incineradora, a lo que se suman 2,3 millones por la redacción del proyecto y las indemnizaciones que puedan solicitar las empresas por la rescisión del contrato de «un 8% del mismo, unos 22 millones», así como por el «perjuicio» que supondrá tener que renunciar a la explotación .

La construcción de la incineradora fue adjudicada por 223,4 millones de euros más el IVA en febrero de 2011, tres meses antes de las elecciones que dieron un vuelco al mapa político de Gipuzkoa. En octubre de ese año, unos días antes de que se constituyese el nuevo Consorcio, el anterior dio luz verde al proyecto básico. En aquel momento, Juan Carlos Alduntzin, diputado de Medio Ambiente, negó que existan cifras «multimillonarias» de indemnización y habló de «cantos de sirena» para «alarmar a la ciudadanía».

Denis Itxaso aseveró ayer que la Diputación intenta «compensar la ruptura» de los contratos con la asignación de nuevas obras contempladas en el programa de gestión presentado por el ente foral, una actuación sobre la que puso en duda su legalidad.

El PSE informó de que hoy registrarán en las Juntas la moción de censura contra Alduntzin, que posiblemente será votada el 6 de julio. Indicó asimismo que ha llegado a un acuerdo con el PNV para modificar la representación de los municipios de Donostia y Lasarte-Oria en la Mancomunidad de San Marcos.

«A mitad de precio»

La izquierda abertzale denunció que «cada día está quedando más en evidencia que el PSE, y sus socios del PNV y el PP, se dedican más a representar los intereses de las empresas constructoras de la incineradora que a defender los intereses de la ciudadanía guipuzcoana», y recordó que la nueva estrategia de gestión foral «va a salir a mitad de precio».