En la primera sesión que el Gobierno navarro celebró tras la expulsión de los consejeros del PSN, Yolanda Barcina aplicó un nuevo recorte de 132 millones de euros y destacó que está cumpliendo con «sus obligaciones como presidenta» y señaló que está «dispuesta a tomar decisiones que sean impopulares» para cumplir los criterios de contención de déficit impuestos desde Madrid.

Barcina no entró en detalles sobre dónde aplicará estos nuevos recortes, limitándose a señalar que se reducirá un 11,84% el gasto corriente de la Administración y un 17,76% el de las entidades financiadas por el Presupuesto navarro, lo que supone un total de 62 millones de euros. Asimismo, reducirá un 23,68% las inversiones y un 19,24% las subvenciones, lo que ascienden a otros 60 millones. Los otros diez millones se ahorrarán en «la inejecución parcial del Plan de Dinamización de la Economía y el Empleo». En total, 132 millones de euros.

Barcina añadió que hay una serie de gastos que no sufrirán recortes, entre los que se encuentran la inversión en el TAV (134 millones de euros, más de lo que supone el nuevo tijeretazo), la aportación al Estado español por el convenio y los intereses de la deuda. Asimismo, la líder de UPN subrayó que los nuevos recortes no afectarán a salud, enseñanza, servicios sociales y dependencia, vivienda y haciendas locales.

Sin embargo, anunció que solo se cubrirán el 10% de las vacantes generadas en empleo público y que no se convocarán nuevas oposiciones.

En un guiño populista, Barcina señaló que el Gobierno renuncia a sus abonos en El Sadar, Baluarte, Gayarre y la Plaza de Toros de Iruñea, lo que supone un coste estimado de unos 120.000 euros.

Por otra parte, Barcina, que hoy comparecerá en la comisión de Régimen Foral del Parlamento, repitió que nombrará a los sustitutos de los tres consejeros del PSN «lo antes posible» y avanzó que aprovechará esta remodelación para reestructurar estos departamentos y «generar un ahorro de coste».

El portavoz del PSN en el Parlamento, Juan José Lizarbe, declaró que el recorte aprobado por Barcina es «un parche que no sirve para cuadrar las cuentas públicas de Navarra, un recorte millonario que no será el último, porque el agujero estructural que arrastran las cuentas públicas es aún mucho mayor. En definitiva, con este recorte se reduce la inversión para crear empleo, se reduce el gasto social y para nada se considera una mayor presión fiscal a las grandes fortunas».

Lizarbe aventuró que próximamente Barcina aplicará otro recorte de 72 millones de euros, para alcanzar los 260 millones en total desde que comenzó a sacar la tijera.

En nombre de Bildu, Maiorga Ramírez destacó que el Gobierno de UPN «está absolutamente fracasado y recurre a un nuevo recorte improvisado para no dar la palabra a la ciudadanía».

Ramírez reclamó «una alternativa de Gobierno basada en la priorización de unos servicios públicos de calidad y la reversión de toda la agresión que han sufrido los pilares básicos del estado de bienestar con la actuación del Gobierno de Navarra».

El portavoz de I-E, José Miguel Nuin, destacó que las nuevas medidas aprobadas ayer supondrán «más crisis, más recesión y más paro» e instó a PSN, NaBai y Bildu a alcanzar un pacto para forzar a Barcina a «retirar esos recortes o convocar elecciones».

El presidente de la Confederación de Empresarios de Nafarroa (CEN), José Antonio Sarría, en cambio, aplaudió los recortes, aunque instó a reducir lo menos posible las inversiones.