TOUR 2012 | Quinta etapa
A Pablo le sobraron 150 metros
Urtasun acarició la victoria al apurar mucho los cálculos los equipos de los sprinters, entre los que Greipel volvió a ser el más rápido.
Joseba ITURRIA
André Greipel logró su segunda victoria consecutiva en este Tour al imponerse a Goss, Haedo y Cavendish en Saint Quentin, donde a Pablo Urtasun le sobraron escasos 150 metros para conseguir la victoria. El navarro fue uno de los cuatro integrantes de la escapada del día, que pudo llegar al último kilómetro con unos segundos que hubieran sido suficientes de no estar la meta en una ligera subida.
Fue un desenlace que no se podía esperar cuando, a falta de más de cien kilómetros para la meta, el pelotón estaba a tres minutos de los cuatro fugados. Pablo Urtasun cogió junto a Simon (Saur), Ghyselink (Cofidis) y Ladagnous (FDJ) su segunda escapada del Tour, tras la protagonizada en la primera etapa, y demostró que las secuelas de la caída que sufrió el día siguiente han quedado olvidadas.
En lugar de esforzarse a tope para coger la máxima diferencia, se lo tomaron con tranquilidad para no molestar a Radio-Shack y a los equipos de los sprinters, que creyeron que tenían la fuga controlada en todo momento. Se limitaron a poner a un corredor por equipo en cabeza del pelotón para mantenerla siempre a una distancia prudencial, por debajo de los tres minutos, con la idea de anularla con la ley del mínimo esfuerzo para poder llegar con los bloques enteros al final.
Ghyselink se equivocó
Pero los cálculos estuvieron a punto de fallarles porque los fugados también se limitaban a dar relevos sin exprimirse y reservaron todas las energías para los últimos kilómetros. Entonces apretaron y al pelotón le costó mucho más de lo que pensaba anular la escapada y los cuatro tuvieron serias opciones de disputarse la etapa.
No lo hicieron por la la actitud de Ghyselink, que dejó de dar relevos a falta de dos kilómetros y luego lanzó un ataque en una actitud que generó unas dudas que resultaron definitivas. Probablemente si el corredor del Cofidis hubiera sido más inteligente se habrían disputado la victoria al sprint y Urtasun demostró que era el más fuerte de los cuatro en un final en ligero ascenso en el que se quedó a 150 metros de la victoria.
Greipel aprovechó esa pendiente para demostrar que, como a Goss, le favorecen ese tipo de llegadas ante un corredor como Cavendish, y logró su segunda victoria consecutiva en un final que estuvo condicionado por una caída.
Muy bien todo Euskaltel
Euskaltel completó una buena etapa con una gran actuación colectiva que le permitió estar en cabeza del pelotón con su líder Samuel Sánchez a poco menos de tres kilómetros cuando Farrar perdió el equilibrio y provocó la caída de Sagan. Eso hizo perder puntos al eslovaco en la lucha por el maillot verde al quedar fuera del sprint final y ser superado en el intermedio por Cavendish, Goss y Renshaw.
Esa gran labor de Euskaltel ha mantenido a Samuel Sánchez ajeno a las caídas cuando solo falta la última etapa llana de hoy de 208 kilómetros entre Épernay y Metz, con un puerto de cuarta. Mañana llegará el duro final en La Planche des Belles Filles, que marcará las primeras diferencias importantes.
El equipo de Greipel volvió a ser el más fuerte en los últimos kilómetros para anular la fuga y lanzar a su sprinter tras una caída de Farrar en la que se vio involucrado Sagan.
Sigue en su buena línea de la primera semana con tres escapadas en cinco días y con un gran trabajo en ayuda de Samuel, que volvió a estar en los primeros puestos del pelotón.