El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, y el alcalde de Bilbo, Iñaki Azkuna, cursaron ayer visita a las obras de los nuevos accesos a la capital vizcaina por San Mamés con el fin de aplacar las criticas que están recibiendo por no tener aún previsto el derribo del viaducto de Sabino Arana. Mientras Bilbao reiteraba que la demolición se acometerá «si las condiciones económicas lo permiten», EH Bildu compareció también en la capital para advertir del «alarmante» agujero económico que está generando la Variante Sur Metropolitana, lo que acrecentará los problemas para acometer otras obras viarias más necesarias, como es el caso, a su juicio, de la variante de Ermua.

La coalición alertó de que la Supersur «está siendo apenas utilizada» y, concretamente, explicó que se han recaudado 2,8 millones de euros hasta abril, lo que extrapolando datos supone que a final de año serán 6 millones cuando estaba previsto que fueran 25 millones. Además, las pérdidas para las arcas forales se incrementarán por los 10,5 millones de euros que cuesta anualmente la gestión de la última autopista de peaje construida en Bizkaia.

«La Supersur es una gestión nefasta de la que el PNV pretende salir impune y se niega a asumir cualquier responsabilidad», denunciaron. Achacaron el incremento de la deuda a un modelo de desarrollismo que, como ya advirtieron los opositores a esta infraestructura, «iba a conllevar consecuencias dramáticas».

EH Bildu estima que «esta innecesaria macroinfraestructura, nos creará un déficit superior a 4 millones de euros al año. Esto -alertaron- tendrá afección en los presupuestos futuros, en los que veremos cómo se comprometen otras partidas por salvar datos de una infraestructura que nunca debió construirse».

Poco antes de esa comparecencia, Bilbao y Azkuna visitaron las obras de los nuevos accesos por San Mamés, tratando de salir al paso de la fuerte reacción social que ha generado en Basurto el anunció de la Diputación de que, cuando entre en servicio ese vial, no se demolerá a continuación el escalextric.

El diputado general dice ahora, al objeto de prolongar los plazos, que el Consistorio bilbaino tienen que redactar un «master plan» para Sabino Arana y esa no es actualmente una prioridad municipal ni foral. Ambas instituciones, según avanzaron, trabajarán conjuntamente en ese diseño en pleno casco urbano del Botxo.

A pesar de que en mayo de 2011 anunciaron que el derribo comenzaría en 2012, Bilbao y Azkuna hablan ahora de «apreturas» por la crisis para no cumplir sus promesas electorales y el máximo responsable foral solicita «paciencia» a los vecinos.

«La prioridad -enfatizó José Luis Bilbao- es concluir las obras» y eliminar el tráfico, por lo que «cuando se decida qué hacer en ese entorno, se harán los proyectos de derribo y se pondrá fecha al mismo».

La AAVV de Basurto y el PSE calificaron de «inaceptable» el proceder de los jeltzales por no fijar una fecha para el derribo.