La decisión del BCE de rebajar los tipos de interés en un 0,25%, hasta el 0,75%, el nivel más bajo desde la creación del euro, vino acompañada de una intervención desalentadora de su presidente, Mario Draghi. Esta institución, en la que se depositan esperanzas como fuente de nuevos estímulos para aliviar la crisis, no adoptará más medidas no convencionales, algo que no gustó nada a los inversores. Por tanto, el cierre del grifo del BCE para la compra de deuda y la polémica sobre la intervención directa del fondo de rescate en la capitalización bancaria, tumbaron al Ibex, ya de por sí debilitado por una subasta de deuda nada exitosa. Si bien se colocaron los 3.000 millones de euros previstos, se tuvieron que elevar los tipos de interés hasta su nivel más alto desde noviembre de 2011. En esta línea negativa, la prima de riesgo alcanzaba los 544 puntos, y la rentabilidad del bono, los 6,78 puntos. Los inversores, desencantados por la posición de Draghi, vendieron por la tarde sin titubeos. El Ibex se hundió un 2,99%, hasta los 6.954,20 puntos. En Europa, París (-1,17%) y Fráncfort (-0,45%) recortaron con menos intensidad. Londres, por su parte, sumó un 0,14%. En el Ibex, tan sólo Mapfre y Dia ganaron terreno. Los pesos pesados recibieron severos correctivos. Así, BBVA bajó un 4,81%, Santander, un 3,94%, Iberdrola, un 3,50%, Repsol, un 3,15%, y Telefónica, un 2,58%. El peor de la sesión fue Sacyr (-7,55%). En París, Vallourec (+4,07%) lideró los avances de los tres únicos ganadores, al tiempo que Veolia Environnement (-5,79%) y ArcelorMittal (-3,34%) recibían los mayores castigos de la jornada.