Las posibles dudas respecto a la continuidad cinematográfica de una de las franquicias más fuertes de Marvel han quedado del todo disipadas, con las primeras críticas favorables a «The Amazing Spider-Man», indicativas de que hay vida y futuro tras la trilogía de Sam Raimi. Y es que en la mayoría de casos está funcionando la modalidad del reboot o relanzamiento del superhéroe de turno, por lo general volviendo a los orígenes.

Y en el germen del Hombre Araña está el joven estudiante Peter Parker, así que la nueva película indaga en la psicología bipolar del personaje humano, incidiendo en sus problemas familiares y en el instituto.

La elección de Andrew Garfield, actor revelación de «La red social», ha sido un completo acierto. Da con la dualidad perfecta, transmitiendo fragilidad antes de descubrir su fuerza oculta. También puede que haya influido el hecho de ser de ascendencia inglesa, a sabiendas de lo mucho que gusta en Hollywood que los protagonistas del género sean de procedencia extranjera. Exactamente lo mismo hay que decir de su némesis, el supervillano Lagarto, que es encarnado por el actor galés Rhys Ifans.

Sus enfrentamientos dan lugar a espectaculares escenas de acción, relegadas por esta vez a un segundo plano por la dramatización de la historia.