GARA > Idatzia > Mundua

Abuelas y nietos esperaban un fallo «histórico» contra Videla y Bignone

Abuelas y nietos aguardaban ayer a las puertas del Tribunal Oral Federal Número 6 de Buenos Aires una sentencia «histórica» contra once represores, entre ellos Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone, por el plan sistemático de robo de menores durante la dictadura argentina.

Ainara LERTXUNDI |

La abuela Elsa Pavón de Aguilar ha asistido a casi todas las audiencias del juicio que comenzó el 28 de febrero de 2011 en contra de once represores, entre ellos los máximos jefes de la Junta Militar Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone, por el plan sistemático de apropiación de menores durante la dictadura.

Su nieta Paula Logares fue secuestrada junto a sus padres en Montevideo el 18 de mayo de 1978 y trasladada a un centro clandestino de detención en Argentina. Tenía 23 meses. Localizada en 1983 tras una larga búsqueda por la capital uruguaya y la geografía argentina, recuperó su identidad un año después, no sin antes pasar por un complejo proceso judicial y sufrir las mentiras de sus apropiadores.

«No hay palabras para explicar lo que se siente. Supe que de niña repetía su nombre cuando se la llevaron y escucharla a ella por qué y cómo se sentía... A los 23 meses ella se defendía con su nombre y nosotros adultos no la podíamos defender, no la podíamos recuperar. Yo no me puedo sacar la cara de mi hija y todo lo padecido. Voy a ir en nombre de Paula -a la lectura de la sentencia-, pero sobre todas las cosas en nombre de mi hija; no voy a ser yo la que esté ahí, va a ser mi hija. La satisfacción de haberlo logrado después de tanta lucha, llegar a estas personas y a un juicio y escuchar la sentencia», resumió sus sensaciones a «Página 12» a la espera del fallo.

La propia Paula Logares prestó su testimonio en el juicio, en el que se han analizado 35 casos de sustracción, de los que 26 corresponden a nietas y nietos restituidos a sus familias. Además de ella declararon otros 19 nietos, abuelas, supervivientes y testigos que dieron cuenta de la búsqueda, del funcionamiento de las maternidades clandestinas, del trato dispensado a las mujeres embarazadas durante su cautiverio y de la abrupta separación de sus hijos.

Una de las claves de la sentencia consistía en si el tribunal consideraba el robo de bebés «un plan» diseñado por los militares, como siempre han sostenido las Abuelas de Plaza de Mayo, o si fue fruto de acciones individuales como sentenció la Cámara Federal en el Juicio a los Comandantes de 1984, al que el propio Videla se refirió en el último turno de palabra.

En sus conclusiones, el fiscal Martin Niklison tildó de «ridículo pensar que esto fue una cosa de los mandos de abajo. Se encontraron con mujeres embarazadas, a muchas las mataron y a otras no; la mayor parte de los niños ya nacidos los devolvieron, pero montaron `las maternidades', que son clave para entender esto», remarcó.

complicidades

El juicio también ha dejado al descubierto la complicidad de ciertos jueces de menores y de organizaciones de carácter religioso como el Movimiento Familiar Cristiano para evitar la restitución de los niños bajo el argumento de que sus padres eran «terroristas» y «no merecían criarlos».

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo