Se agrava la crisis y crecen las protestas en Ucrania contra la ley que reconoce la lengua rusa
La crisis política desatada por la aprobación de una ley que otorga el estatus de lengua oficial regional al ruso se ha agravado con las dimisiones del presidente y de uno de los vicepresidentes del Parlamento, mientras se extienden las protestas en defensa del ucraniano como única lengua.
GARA |
La decisión del Parlamento ucraniano de aprobar una nueva ley de idiomas que reconoce la oficialidad de la lengua rusa en las regiones donde la hable al menos un 10% de su población ha indignado a la oposición y a los movimientos nacionalistas, que han extendido sus protestas indefinidas por todo el país para intentar evitar su promulgación, y ha desatado una nueva crisis política que se ha visto agravada con las dimisiones, el miércoles por la noche, del presidente del Parlamento, Volodymyr Lytvyn, y de Nikolai Tomenko, uno de sus vicepresidentes.
La aprobación el martes en la Rada Suprema (Parlamento) de esta polémica ley ha ahondado la división existente entre las fuerzas que sostienen al presidente prorruso, Viktor Yanukovich, impulsor de la norma, y los grupos de la oposición, sobre todo nacionalistas, férreos defensores del ucraniano como única lengua vertebradora de la identidad nacional del país.
Entre ellos se encuentra Litvin, que dimitió después de denunciar que fue apartado con «malas artes» de la votación, al haber sido convocado a una larga reunión con Yanukovich. Los 19 diputados de su grupo parlamentario, el Bloque de Lytvyn, respaldaron la ley.
Tras la dimisión del presidente del Parlamento, Volodymyr Lytvyn, y su vicepresidente en protesta por la aprobación de la ley que reconoce el ruso, el mandatario, Viktor Yanukovich, no descarta anticipar las elecciones legislativas, previstas para octubre, si los diputados no resuelven la crisis parlamentaria.
La decisión de la mayoría parlamentaria indignó a miles de ucranianos y las protestas iniciales en Kiev, donde el miércoles se produjeron choques con la Policía, se han extendido por las principales ciudades del país.
Medio millar de personas sigue concentrado a las puertas de la Casa de Ucrania, donde tienen intención de permanecer indefinidamente. Allí, once manifestantes, entre ellos seis diputados, anunciaron el inicio de una huelga de hambre «hasta que se cancele la ley», indicó el parlamentario Viatcheslav Kirilenko, líder del opositor Por Ucrania.
Más de un centenar de manifestantes se concentró junto a la oficina presidencial para expresar su apoyo al mandatario.
El presidente Yanukovich decidió retrasar la firma de la ley que reconoce la lengua rusa hasta examinarla detenidamente en un intento por rebajar la tensión tras las protestas de los últimos días. Podría esperar hasta después del 12 de julio, cuando se prevé la visita de Vladimir Putin.
Un diputado neerlandés de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE, Coskun Coruz, se reunió el miércoles con la líder opositora, Yulia Timoshenko, en un hospital de Jarkov. «Espero que esta visita marque el inicio de un compromiso continuo de Ucrania en favor de los valores de la OSCE y del diálogo con la OSCE», dijo Coruz.
