Blatter niega haber dicho que Alemania compró el Mundial 2006
GARA | ZURICH
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, anunció ayer que no piensa dimitir, pese a las críticas que ha recibido tras acusar a Alemania de soborno para conseguir el Mundial 2006, aunque luego ha negado haber dicho eso. «No basta con que alguien de la prensa diga dimisión, dimisión. Si alguien quiere eso, tiene que solicitarlo al Congreso de la FIFA. Si ellos (el Congreso) no me quieren, me iré tranquilamente, pero les recuerdo que yo fui elegido por el Congreso», declaró en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva.
Ante la petición de un eurodiputado alemán de que Blatter devuelva la Orden del Mérito, la más alta condecoración civil de la república alemana, que le fue concedida en 2006 por la canciller Angela Merkel, el presidente de la FIFA no quiso entrar en polémicas. «No voy a discutir sobre esto. Si ellos deciden retirármela, que me la retiren», dijo.
Blatter publicó también una «carta abierta a Alemania» en el rotativo alemán «Bild», el de mayor tirada de Europa. Sobre sus polémicas declaraciones del fin de semana escribe que «demuestran que en la concesión de los Mundiales siempre se puede encontrar alguna razón para desarrollar teorías conspiradoras. Incluso en relación con Alemania, que ofreció un Mundial perfecto». Lo califica de «un sueño de verano extraordinario del que el país puede estar orgulloso. No creo en teorías conspiradoras, sino en hechos», afirma seguidamente Blatter, que ha sido objeto de una oleada de críticas en este país por relacionarlo con el fantasma de la corrupción.
El presidente de la FIFA reacciona así a críticas como las del máximo responsable del Comité Organizador del Mundial 2006, Franz Beckenbauer. Blatter, presionado por sospechas de corrupción insinuó a un diario suizo que se habían producido «irregularidades» en la adjudicación del Mundial a Alemania.