El que fue un gran atleta, Sebastian Coe, ahora presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Londres, apareció en una rueda de prensa para indicar: «Se trata de que haya deporte con seguridad y no seguridad con un poco de deporte». Y es que la propaganda que está haciendo el gobierno inglés es una muestra del modelo paranoico en que se indica los miles de agentes desplegados, las medidas militares especiales que llega a colocar baterías antiaéreas en algunos edificios londinenses, a un sellado casi total de los aeropuertos que ocasionan colas de horas para entrar a los turistas más inocentes. Son medidas disuasorias para cualquiera que quiera ir a pasar unos día a Londres disfrutando de su excelsa cartelera teatral. Los juegos duran unas semanas, pero queda el estigma, la paranoia se contagia y prima más esa supuesta seguridad que la libertad. Un discurso muy reconocible.

Los trabajadores de Canal 9 interrumpieron las emisiones de los noticiarios y los programas de tarde que se hacían en directo hasta que apareció la policía y los desalojó, a la fuerza, cumpliendo órdenes de un delegado de gobierno, con una clara tendencia al autoritarismo y la corrupción como ha sucedido con el de Baleares que ha tenido que dimitir. Pero en este juego de policías, en este pulso que están emprendiendo desde el gobierno central, un juez entró con la policía nacional española en una comisaría de los mossos en Sabadell, porque pensaba que estaban encubriendo a un narcotraficante. El exconsejero de los mossos es el que trapicheaba con tabaco. Todo cuadra.

En las redes sociales se están mostrando imágenes, que alguna televisión ha difundido también, que muestran una protesta de funcionarios en Madrid donde los policías antidisturbios se quitaron su casco, se pusieron la gorrilla y así mostraron su solidaridad con los manifestantes. También otras imágenes de Alemania en la que otros policías se juntaban con la manifestación. Es decir, los maderos son buenos. Los paranoicos creemos que son funcionarios y defienden su paga extra. Nada más. Los mismos darán palos de manera salvaje mañana a mineros, estudiantes o pensionistas. Todo por su paga.