Los siete músicos catalanes que forman el grupo Shaking All recorren las principales calles de la capital alavesa. A pesar de que aseguran llevar más de veinte años tocando juntos, mantienen la energía del primer día. Y es que desde ayer y hasta el sábado, esta «orquesta» caldeará el ambiente que se vive estos días en Gasteiz en el marco del Festival de Jazz, partiendo desde la Virgen Blanca y desfilando por las calles Postas, Fueros, San Prudencio y Dato, tanto por la mañana como por la tarde.

El encargado del trombón y la pandereta, Dani Alonso, explicó que mientras que en Nueva Orleans este tipo de música es algo cotidiano, aquí el jazz «es exótico y llama la atención». Algo que evidencia la multitud de gente que se congregó para ver tocar a estos chicos. Alberto Perez, trompetista, recordó que con tan solo cinco años ya era consciente de la importancia del Festival de Jazz de Gasteiz, «lo veía por la tele hasta quedarme dormido».

El pulmón como micrófono

La pasión de estos músicos por el jazz, swim y el dixieland, uno de los estilos de jazz más caliente, fue latente en la primera actuación en la Virgen Blanca. Una pasión que pronto atrapó al público, sobre todo cuando Dani Alonso tomó su pulmón como micrófono, sus cuerdas vocales como instrumento y sorprendió con su potente voz.

Las Brass Bands, en las que fundamentan su estilo de música, se consideran las raíces del jazz y del R&B y son originales de Nueva Orleans. Esta ciudad del sur de Estados Unidos es considerada la cuna del jazz. Y es que allí han nacido muchos de los grandes artistas de este genero musical, entre ellos, Buddy Bolden, el primer músico de jazz. A finales del siglo XIX estas bandas se habían convertido en todo un éxito, en parte de la vida cotidiana. Eso mismo intentarán los chicos de Shaking All, formar parte de la vida cotidiana de los gasteiztarras durante esta semana.