En 21 comarcas de Hego Euskal Herria se escuchó ayer el rechazo a los recortes sociales y sindicales, hoy se producirán caceroladas en contra de las decisiones del Ejecutivo español del PP. Estuvieron convocadas por ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE, Hiru, CGT-LKN y CNT, junto a representantes de más de medio centenar de colectivos sociales, los mismos que convocaron la pasada huelga general del 29 de marzo contra la reforma laboral. Nadie descarta más movilizaciones, incluso, la huelga general.

Las concentraciones se realizaron ante las oficinas de Lanbide y del Servicio Navarro de Empleo con una pancarta común que decía «Bankarentzat dirua. Herritarrontzat pobrezia ¡No a los recortes!».

En todas las concentraciones, denunciaron que se entrega a los banqueros «más de 100.000 millones», mientras que a la población «se nos recortan las prestaciones, los salarios y, entre otras medidas, nos suben los impuestos para que seamos más pobres», según explicaron en la concentración de Alameda Mazarredo en Bilbo ante la sede de Lanbide. Allí colapsaron la calle y el tráfico ante el fuerte malestar social que va aumentando cada día.

En ese lugar, Ainhoa Etxaide, secretaria general de LAB, y Adolfo Muñoz, Txiki, de ELA, expresaron el malestar creciente entre las centrales y los colectivos sociales, porque los paganos de la crisis son «quienes no la hemos provocado, mientras que sus responsables reciben ingentes cantidades económicas». Así las cosas, Etxaide llamó a una «matxinada social», mientras que Txiki Muñoz instó a la «insumisión» frente a Madrid. La realidad es que unos y otros manifestaron su intención de continuar con las protestas ante lo que consideraron el mayor ataque contra los derechos sociales y laborales de las últimas décadas.

Etxaide, secretaria general de LAB, tras llamar a la revuelta social, dijo que la misma se debe extender «en las calles y en los centros de trabajo para poder frenar esta sangría de derechos sociales, porque esta reforma no es la primera, pero, desgraciadamente, no va a ser la última y, mediante la movilización social, tenemos que poner límites a la voracidad que tiene el capital».

«El camino de Grecia»

La máxima dirigente de LAB recordó que la protesta de ayer «es la primera de muchas movilizaciones que vamos a realizar, conocidas las nuevas reformas» porque «el rescate al sistema bancario supone intentar resolver los problemas económicos de los bancos a costa de condenar a la pobreza y a la exclusión social a la sociedad».

Según Etxaide, la protesta se escenificó ante Lanbide por «castigar y penalizar a los desempleados en estos momentos. Es la medida más injusta, antipopular y antisocial que se puede tomar y es la que anuncia una sistemática y drástica destrucción de empleo, sobre todo en el sector público», afirmó.

Remarcó que el camino que ha emprendido el Gobierno español, con apoyo de otros, es «tomar definitivamente el camino de Grecia y abocar a la sociedad a la exclusión y a la pobreza». Pero, a la vez, también dejó claro que «esta reforma finiquita el Estatuto de Gernika y el Amejoramiento de Navarra, puesto que no hay posibilidad alguna de hacer políticas propias, ni autogobierno posible, porque se está haciendo una involución hacia la centralización del Estado». Ante esa difícil situación, reclamó a Patxi López y Yolanda Barcina que «sitúen el debate del marco jurídico-político sobre la mesa, porque saben que es la única forma de poder hacer otro tipo de cosas. Aunque solo se conseguirá, si hay voluntad política», precisó.

En este contexto, la secretaria general de LAB llamó a las instituciones vascas para que adopten los acuerdos necesarios para que «de una vez y de forma definitiva lleguen a los acuerdos necesarios para no aplicar y ser un muro de contención de estas políticas del Gobierno del PP».

Ainhoa Etxaide, preguntada por si se van a sumar a las manifestaciones que CCOO y UGT convocan para mañana, contestó que «la respuesta se tiene que dar en clave de país, desde la mayoría de agentes sociales y sindicales vascos» y dijo que «seguimos llamando a que la gente salga a la calle, sin descartar obviamente, ningún tipo de movilización», refiriéndose a una posible convocatoria de huelga general.

Connivencia de la patronal

Adolfo Muñoz, secretario general de ELA, señaló que «las condiciones que decían que no existían para entregar 100.000 millones a la banca, la vamos a pagar los trabajadores y la gente que depende de la protección social».

Criticó «la utilización desmesurada de la Ley Básica, se consigue que toda la política sea la que decide en estos momentos Rajoy, antes Zapatero». Por lo que dijo que el lehendakari Patxi López «no tiene ninguna legitimidad para criticar ese sistema, porque está acordado por el PP y el PSOE y es la Constitución española, que impone Leyes Básicas de obligado cumplimiento». En este caso, «presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional a sabiendas del resultado es ganar tiempo mirando a elecciones. El lehendakari miente, porque sabe perfectamente qué es lo que está haciendo». Y llamó a «llenar las calles».