Unidad efectiva y no solo retórica
Los recortes del Gobierno español han encontrado una posición institucional común de rechazo -salvo en Araba y Nafarroa, por motivos de obediencia-. En ella coinciden todos los sindicatos vascos y multitud de asociaciones populares. En teoría, puede decirse que ante las injustas y con seguridad fallidas políticas de Rajoy, se dan las condiciones para construir un frente amplio de rechazo, tanto social como institucional. Pero, por desgracia, la práctica es bien distinta. Los cálculos electorales, la pompa y el torrente de retórica que acompaña a una campaña electoral ya en marcha, hace que la materialización de un muro vasco de contención frente a la política golpista del PP en materia social y de autogobierno sea muy difícil. Aunque no por ello deje de ser una necesidad de país en medio de una situación de emergencia nacional y una aspiración ciudadana de primer orden.
En su comparecencia de ayer, Patxi López criticó los recortes y abogó por un acuerdo institucional. Con matices, Bizkaia y Gipuzkoa coincidieron en negarse a aplicar los dictados de Madrid que invaden competencias y esquilman la riqueza del país. En este país tan acostumbrado a tener un juego político muy polarizado y bloqueado, debería ser posible que las instituciones vascas se pusieran de parte y al frente de sus ciudadanos y plantearan un desafío serio y bien preparado a las políticas de Madrid. Si se atendiera con franqueza el sentir popular y se interpretaran las inquietudes sociales, ese es el reto colectivo prioritario, que trasciende el coto privado de cada partido.
El horizonte electoral no debe desviar la atención sobre lo que es vital para la ciudadanía vasca. Responder a la agresión es necesario. Pero hacerlo unidos en un mismo propósito de defensa del interés general y de un país diferenciado, y hacerlo en un contexto de conmoción e indignación frente una política tan grotesca, es algo que inspira fuerza y confianza a la gente. Es eso lo que se necesita. Sobran las florituras, ensimismamiento político y cálculo electoral maniqueo. Un país serio y con criterio como este tomará buena nota del comportamiento de cada cual.