Haimar Zubeldia afronta los Pirineos con el objetivo de «mantener lo que tenemos, pero si podemos y vemos que tenemos alguna oportunidad de mejorar algún puesto y podemos aprovecharla lo haremos». Aunque algunos le pidan que ataque, es consciente de la fortaleza de los cinco primeros y aguantar para ser sexto es un objetivo ambicioso que dará a RadioShack muchos puntos y la clasificación por equipos que lidera ahora.

El usurbildarra atendió a GARA en el lujoso Hotel Villa Navarre de Pau, al que el equipo de Bruyneel ha sido fiel desde la época de Lance Armstrong, que siempre lo elegía. A diferencia de aquella época, ayer por la mañana el hotel rebosaba tranquilidad sin las aglomeraciones que acompañaban al norteamericano. Apenas dos periodistas vascos nos acercamos al hotel para hablar con el sexto del Tour antes de las dos horas de entrenamiento que iba a realizar por un trazado llano a buen ritmo: «No hay que romper con el hábito de forzar del cuerpo».

Zubeldia trasmitía a GARA sensaciones positivas: «A la tercera semana siempre llegas con cansancio, pero he intentado los dos últimos días gastar lo menos posible y me encuentro bien, conozco las dos etapas de Pirineos y espero encontrarme como hasta ahora. Llegué al Tour con 20 días de competición y me noto con chispa, con vitalidad. Hay corredores que me triplican y esa frescura se agradece. Además la preparación, al no haber corrido, siempre ha sido ascendente».

«Saben que pocas veces fallo»

El usurbildarra de RadioShack, aunque «esperaba estar bien», no contaba con estar sexto ahora en la general, porque «mi trabajo iba a ser otro. Pero Klöden al inicio no tenía las piernas de ahora y Frank se vio involucrado en la caída grande y el equipo decidió confiar en mí. Me conocen, saben que pocas veces fallo y me están apoyando».

Agradece ver la ayuda que ha recibido de corredores del nivel de Frank Schleck y Horner, a pesar de que también buscan una buena general, sobre todo en la etapa de La Toussuire, la peor para él porque «era corta y con un puerto de salida. Me suele costar. Espero que sea el peor día del Tour, además en Pirineos corro con la ventaja del apoyo de la afición, que se nota y ayuda. Te animan todo el rato y te da otro punto. En puertos como el Tourmalet con la ayuda de la gente se olvida el sufrimiento».

Una etapa de desgaste

Considera la de hoy como «una etapa sobre todo de desgaste, no preveo que haya grandes movimientos tácticos antes del último puerto porque entre Aspin y Peyresourde hay bastante y si alguien se mueve necesitaría compañeros de su equipo por adelante. Del Peyresourde se baja a gran velocidad, no es técnica, y el tiempo que se coja arriba se mantendrá hasta la meta».

RadioShack tenía cinco bazas entre los 17 primeros hasta la retirada de Frank Schleck tras conocerse su positivo, y puede lanzar alguna de lejos. «En Alpes estaba planeado algo así, pero luego hay que tener piernas. Horner intentó moverse, pero no tuvo margen de maniobra».

De los corredores que amenazan su sexta plaza destaca a «Rolland, que se está moviendo bastante y, según como salga de estas dos etapas, Van Garderen que es un buen contrarrelojista. Pero no me preocupan los demás, intentaré dar el máximo en cada etapa y la clasificación dirá donde acabamos. La última crono es bastante llana, no es como la primera, influirá cómo lleguemos de fuerzas al penúltimo día y a priori me beneficia».

De cara a la lucha por la victoria destaca que «hasta ahora a los Sky no se les ha visto ninguna grieta, pero Nibali no se va a quedar con los brazos cruzados. En La Toussuire atacó muy fuerte. Evans no está tan fuerte, pero también lo intentará y puede beneficiar al italiano, que es al que mejor veo de los demás».